Cifras de récord es lo que han dejado estas fiestas de agosto en Elche. Al menos, en cuanto a la participación y a la gente que ha salido a la calle para disfrutar de los días grandes de la ciudad. Los actos que desde el 7 de agosto hasta la jornada de ayer han protagonizado los diferentes colectivos festeros han movilizado a 350.000 personas, según cifras aportadas por el Ayuntamiento de Elche. Algo que, tal y como ha destacado el alcalde Carlos González, se puede traducir en el mejor índice de participación de la última década.

La jornada más masiva y que más aglomeración ha tenido en el calendario festero ha sido la de la Nit de la Roà, con 60.000 personas en la vía pública, según los cálculos de la Policía Local de Elche. Una noche que para muchos supone la «traca final» y el ocio nocturno y la religiosidad se entremezclan para disfrutar de una de las noches más largas del año. Tanto en el recorrido para velar a la Virgen de la Asunción, como en los lugares de marcha la asistencia fue multitudinaria. En ese ránking de participación, el segundo puesto ha sido para la Charanga, organizada por la Gestora de Festejos Populares, el viernes, 12 de agosto. En este caso, el desfile más cañero y reivindicativo de los festejos llegó a mover a alrededor de 40.000 personas.

Junto a estas dos citas, otra de las noches por excelencia para la ciudad fue la de la Nit de l'Albà. Más allá del numeroso público que, como manda la tradición, se concentró en las azoteas de los edificios para disfrutar de los fuegos artificiales y de la Palmera de la Virgen, otras 25.000 personas, aproximadamente, abarrotaron las calles durante la noche de la Alborada.

Los desfiles de Moros y Cristianos, tanto las entradas, como las embajadas fueron otros de los actos que más espectadores se anotaron al comienzo de las fiestas. Tanto es así, que según los datos que maneja el Ayuntamiento, cada una de las tres noches hubo alrededor de 20.000 asistentes.

Las ganas de pólvora y de vibrar con los espectáculos pirotécnicos han dejado en la ciudad otras cifras de vértigo. Y es que las mascletàs lanzadas desde Traspalacio han llegado a congregar a más de 6.000 personas. La cita con las carretillas o la ahora conocida como la «carretillà», en el Hort del Monjo, reunió a unos 3.000 espectadores durante la Nit de l'Albà.

A ello hay que sumar las mascletàs nocturnas que también animaron a miles de asistentes. Como ejemplo, las más multitudinarias, la de Altabix y Primero de Mayo, movilizaron a 2.500 personas, tal y como indicaron desde el Consistorio ilicitano. Tampoco se han quedado atrás una de las celebraciones estrella de las fiestas patronales, como son cada una de las representaciones del Misteri d'Elx, que acabaron con las entradas agotadas y con un total de 1.500 asistentes.

Con estas cifras, la lectura que hace el equipo de gobierno es más que positiva por la inyección económica que supone también el revulsivo de las fiestas para los negocios de la ciudad. Aunque todavía no hay cifras exactas, la impresión generalizada que ha recogido el Ayuntamiento es que este año ha habido un mayor índice de visitantes, tanto de veraneantes de otras poblaciones cercanas, como de turistas extranjeros.

Sea como sea y más allá de los datos numéricos, las celebraciones patronales también han dejado otras sensaciones, al menos entre la mayor parte del público participante. La presencia policial ha sido más que palpable en esta edición de las fiestas y en cada uno de los actos.

Aunque el dispositivo de seguridad fue similar al del pasado ejercicio, el alcalde ha reconocido que se ha favorecido la presencia policial «para demostrar a la ciudad que se estaba garantizando la seguridad y el normal transcurso de las fiestas».