La Pirotecnia Hermanos Ferrández pone el punto y final al concurso "Festes d'Elx". Este último espectáculo ha logrado sorprender a pesar de que este año el nivel ha sido muy alto y las mascletàs han sido muy aplaudidas y ovacionadas.

Los organizadores han puesto todo el nivel posible para agradar al público. En seis minutos de espectáculo han iniciado su montaje de forma muy sonora, con varias bombas rítmicas en el suelo que hicieron temblar y sobresaltarse, ya de entrada a los asistentes, ilicitanos y visitantes. Después comenzó un aéreo muy sonoros y agudo con otra bombada muy rítmica que dio paso, a partir del primer minuto y medio a otra bombada inesperada que se acercó a uno de los extremos del Palacio de Altamira.

El público mostraba su satisfacción en una tercera parte que fue un festival de artefactos terrestres que suró otros dos minutos y que mantuvo la potencia a un alto nivel. En la última parte de la mascletà el ruido subió y empezó la previa al terremoto. Una primera fase de 15 segundos con potentes bombadas terrestres fue solo el aperitivo para dar paso a una segunda fase, esta vez aérea, con una cohetà que subió el terremoto hasta el cielo. Cuando se pensaba que ya había acabado, llegó un último terremoto terrestres que, esta vez sí, puso punto y final al espectáculo, muy aplaudido y ovacionado.

Ayer fue el turno de la Pirotecnia Turis. Vicente Albarranch hijo dedicó esta obra de arte efímero a su padre, quien falleció tras las heridas sufridas en el accidente con la Palmera de la Virgen de la Nit de l'Albà de 2012.

Los colores de la bandera de la ciudad, el rojo, el azul y el amarillo vistieron ayer Elche durante la tercera mascletà del concurso «Festes d'Elx». La Pirotecnia Turis fue la encargada de poner la pólvora en la jornada de ayer en la que destacaron los artefactos aéreos y la vistosidad del espectáculo, que combinó perfectamente, con varias transiciones con los aparatos terrestres que pusieron punto y final al evento. La mascletà que ayer tuvo lugar junto al Palacio de Altamira envolvió a todos los ilicitanos y visitantes del enclave en un ambiente que los llenó de tradición valenciana.

Los organizadores hicieron un montaje que en su primera parte se ha centró en el colorido, donde predominaban los colores rojo, amarillo y azul, representativos de la bandera local y donde también se coló algún tono verde en representación a las palmeras ilicitanas. Buscaban dar a todo el público en Elche un espectáculo de luz y colores en pleno día y lo consiguieron, añadiendo una descarga impresionante de sonidos variados. Hacia la mitad del espectáculo le fueron dando más protagonismo a los artefactos de suelo.

Mañana será el turno de la mascletà en honor a la Virgen de la Asunción, fuera de concurso.