El Alardo de los Moros y Cristianos se afianza por la mañana en Elche. Este año, en el 40 aniversario de la Asociación Festera de Moros y Cristianos,el acto en el que son protagonistas los arcabuces ha batido récord de asistencia después de que la asociación haya costeado las licencias de armas, obligatorias este año tras el endurecimiento del reglamento.

Los potentes disparos de arcabucería han despertado esta mañana a más de uno en el centro de Elche, aunque el estruendo también se dejaba sentir en buena parte de la ciudad. Desde las 9 horas, las calles céntricas de la ciudad han retumbado a causa del estruendo de una fiesta que simboliza la batalla entre las huestes moras y las escuadras cristianas.

Más de cien hombres y mujeres han tomado parte en este impactante Alardo, en el que estaba previsto consumir otros tantos kilogramos de pólvora.

La comparsa cristiana de los Templarios han abierto la comitiva que, en este segundo año pasando por calles más estrechas, han llenado las calles de humo y pólvora a lo largo de la calle Juan Carlos I, Capitán Lagier, Eres de Santa Llucia hasta el Palacio de Atamira. De este modo, el aumento de pólvora y participantes intensificó el sonido de los disparos de las comparsas.

El desfile del Alardo se ha llevado a cabo sin ningún tipo de incidencia personal o material, aunque, según fuentes oficales, la Policía Local ha tenido que actuar en varios puntos de la ciudad para dirigir el tráfico ya que los cortes de calles céntricas en este día laborable han provocado algunos percances y quejas por los conductores que se han encontrado cerradas las vías habituales de paso.

Con la entrada en vigor de la nueva normativa, los festeros se han visto obligados a sacarse el permiso de armas para estas fiestas, lo que supone un desembolso extra de dinero que había puesto en jaque a la asociación de Moros y Cristianos ante el temor de que el acto de arcabucería se pudiera ver apagado este agosto. Sin embargo, la entidad ilicitana decidió adelantarse y poner de su bolsillo el dinero que cuesta cada licencia armamentística.

La iniciativa ha desembocado ahora en que el Alardo incremente su participación en un 40% respecto al pasado ejercicio, lo que supondrá engrandecer todavía más uno de los actos más sonados de la programación de Moros y Cristianos. Y es que con este aumento, los festeros dispararán por las calles ilicitanas más de un centenar de kilos de pólvora -un kilo cada uno- desde las nueve de la mañana. Si en las pasadas fiestas, la cita ya contó con 80 participantes, debido al cambio de horario, que pasó por trasladar la actividad de la tarde a la mañana, este año el acto sobrepasará las 110 personas.