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Un verano para convivir con once nacionalidades

«Elche Acoge» realiza actividades con 100 pequeños y 40 adolescentes para enriquecer la temporada estival

Los pequeños hacen de chefs mientras los monitores de Elche Acoge valoran sus platos. Información

A lo largo de este verano muchos niños en Elche han tenido la oportunidad de sentirse como grandes chefs, han aprendido a jugar a la «pilota valenciana» o han convivido con las personas más mayores de la ciudad ilicitana. Ya son ocho años los que lleva «Elche Acoge» realizando un campamento escolar con menores que tienen como condicionante que sus familias tienen escasos recursos y que en estos momentos, acoge al último grupo de niños y niñas que realizan actividades con ellos hasta el 11 de agosto.

Este año han sido 106 menores de once nacionalidades distintas los que han pasado por estos talleres. Además, la fundación cuenta con unos 40 adolescentes que han pasado por la escuela juvenil de la organización.

El Rincón de las Culturas, en el barrio de Carrús es el punto base donde se realiza esta iniciativa, pero no es, ni de lejos, el único emplazamiento que pisan los participantes. Los pequeños acuden a lo largo de la semana a la piscina, a la playa , al Río Safari o a la granja escuela.

La fundación se muestra muy satisfecha por la gran respuesta social que ha tenido el proyecto y por todos los objetivos que se están logrando, según aportan desde «Elche Acoge», donde este año, en las escuelas de verano, se han incrementando las plazas más de un 60%. Con la colaboración de fundación Esperanza Pertusa son más de 150 niños y jóvenes los que este año cuentan con un espacio de aprendizaje y ocio durante el periodo estival.

En el Rincón de las Culturas de Carrús, afirman desde la organización, no solo tratan de rellenar el tiempo de estos menores si no que se encargan de hacer unas actividades encabezadas a enriquecer su mundo y sus habilidades sociales. «Visitamos el museo del MUPE, por ejemplo, y hacemos tareas distintas a las que ellos hacen a lo largo del curso pero que están destinadas al aprendizaje y como lo hacen en un ambiente lúdico, lo asimilan mucho mejor», asegura Estefanía Moreno, miembro de la asociación.

Los voluntarios y trabajadores que pasan el tiempo con los niños se vuelven en dos semanas de actividad con cada grupo en referentes imprescindibles para sus pupilos. «Al principio algunos de los menores son reticentes a hacer las actividades o a entablar relaciones con los compañeros y monitores, pero al cabo de dos semanas se crea un vínculo muy fuerte entre todos ellos y los resultados son muy satisfactorios, señala Moreno. «Durante estas semanas de actividades los niños no están solo en casa, están atendidos, aprenden, conocen a más amigos y, sobre todo, mejoran su autoestima porque abren una ventana de posibilidades y opciones para no quedarse estancados por la falta de recursos».

Las actividades también repercuten en los padres y madres de los pequeños y «Elche Acoge» trabajan con la familia entera, reuniéndose con ellos y atendiendo a posibles necesidades sociales para conseguir un beneficio más transversal. Por ejemplo, algunos de los padres y madres de los menores acuden a clase de español y a espacios de diálogo entre mujeres.

La fundación cuenta con una nueva sala que alberga la escuela juvenil en la que, dos veces por la tarde los adolescentes acuden para hacer multitud de talleres, desde percusión, pasando por la fotografía o el baile.

Gracias a la colaboración de Fundación Esperanza Pertusa, se ha conseguido acabar con las listas de espera que existían en las clases de aprendizaje de la lengua o en las actividades de apoyo escolar. Desde «Elche Acoge» consideran imprescindible este hecho, ya que les ha permitido dotar de herramientas a todas las personas que acuden a la entidad y mejorar sus oportunidades socio-educativas, además de contribuir a evitar el fracaso escolar de los jóvenes.

La actual sala también ha permitido la incorporación de nuevas acciones, como el espacio lúdico de Freestyle o los Viernes Alternativos, donde los jóvenes han realizado talleres de fotografía enfocados a la igualdad de género y han recibido charlas de sensibilización de la Asociación Ilicitana Contra la Violencia de Género. Además, se ha creado el Welcome Club, un grupo de bienvenida que permite integrar a niños y jóvenes que acaban de llegar a Elche, y Entremujeres, un espacio de diálogo y ocio para las mujeres.

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