El Hospital General de Elche presentó hace unos días el resultado de una investigación para un nuevo fármaco contra el VIH que sustituye las tres pastillas diarias que deben tomar los pacientes por una inyección mensual, con una efectividad de más de 90%. Un porcentaje incluso ligeramente superior al de los fármacos tradicionales. El equipo médico del centro hospitalario lleva dos años administrando este nuevo tratamiento, en una investigación conjunta a nivel internacional y en la que, en España, participan otros dos hospitales, en Madrid y Barcelona, además del ilicitano, que presentaron sus resultados en París el pasado 24 de junio. La principal ventaja es que al tratarse de una inyección intramuscular administrada una vez al mes, incluso de forma bimensual en algunos pacientes, fomenta que no se abandone la toma diaria, ya sea por descuidos, por obligaciones laborales o familiares, u otras causas, se abandona el fármaco. Y a la vez es más cómodo para el paciente porque «se olvida de esa carga psicológica que supone recordarle la enfermedad cada día». Así lo apunta la doctora Mar Masiá, jefa del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital, encargada del estudio, liderado en Elche por el doctor Gutiérrez, jefe de Medicina Interna del Hospital General.

Los resultados han sido publicados en la revista Lancet, el mismo día que se dieron a conocer en el congreso sobre el VIH en París. Los datos abren la puerta a seguir investigando el fármaco y a iniciar una nueva etapa del estudio en la que el Hospital General de Elche sumará a una veintena de pacientes afectados por la enfermedad a este nuevo tratamiento, que se sumarán a los 14 que ya reciben, desde hace dos años, estas inyecciones mensuales y bimensuales en lugar de los fármacos diarios y en pastillas. Además, el tratamiento intramuscular reduce de tres a dos los medicamentos que han de administrarse, por lo que, una vez comercializado, podría incluso llegar a ser más barato para los pacientes.

Aunque aún es pronto para dar fechas concretas, ya que la investigación debe desarrollarse y el procedimiento burocrático para la aprobación de nuevos medicamentos es laborioso, la doctora Masiá apunta a que estas inyecciones podrían salir al mercado en cerca de tres años, por lo que todos los pacientes infectados por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana podrían, en principio, sustituir el tratamiento habitual por estas inyecciones. «Hay quienes no quieren o no pueden tomar las pastillas todos los días, porque no quieren que las vean familiares, amigos, cuando van de camping, etc. Estas inyecciones son una muy buena alternativa, porque tan solo hay que administrarlas una vez al mes y el resto del tiempo el paciente puede hacer vida normal, como la población general. Con el añadido de que es psicológicamente beneficioso, pues tomar las pastillas todos los días supone un recordatorio constante de la infección, que se olvida cuando la medicación es tan solo mensual», añade.

Satisfacción

La prueba de estos beneficios es que, según los datos del estudio, la práctica totalidad de los pacientes tratados durante los dos últimos años con estas inyecciones, continuaría con este tratamiento. Además, y para comparar los resultados, también han participado en el estudio pacientes que han continuado con el tratamiento diario en pastillas. Un grupo que, consultado por los especialistas, cambiarían en un porcentaje muy alto al sistema de medicación mensual.

Las inyecciones, en principio, serían aptas para casi todos los pacientes, a excepción de algunos que no toleren el dolor que producen las inyecciones intramusculares, o pueden surgir efectos secundarios propios de cualquier medicación. Aunque incluso en este tipo de contraindicaciones, el nuevo fármaco ha demostrado un índice menor que los tratamientos habituales, señala por último el doctor Gutiérrez.