Con el final de julio Ismael Sarabia cerró la puerta de su peluquería en el Hogar del Pensionista de Elche. No fue una vez más, como tantas y tantas veces. Lo hizo por última ocasión tras 44 años de trabajo ininterrumpido en el ahora conocido como Centro Especializado de Atención a Mayores (CEAM).

El peluquero regentaba el local desde la fundación del edificio, allá por el lejano 1973. Formaba parte de su paisaje habitual, del mismo modo que las interminables partidas de dominó o los bailes de salón. Ahora le ha llegado a él el momento, precisamente, de disfrutar de su jubilación. Cuando el Hogar del Pensionista vuelva a abrir sus puertas el próximo 4 de septiembre, tras las vacaciones, ya no estará. Su marcha deja un importante vacío entre los más de 6.300 usuarios del CEAM, ya que era una figura muy apreciada.

21 años tenía Ismael Sarabia cuando se hizo cargo de la peluquería del Hogar del Pensionista. «Acababa de salir del ejército y esta ha sido la única profesión que he ejercido durante toda mi vida profesional», recuerda un peluquero que en su último día de trabajo se llevó un más que merecido homenaje por parte de los usuarios y trabajadores del Hogar del Pensionista. Un grato broche para una de las personas más queridas dentro de un edificio en el que se destaca su amabilidad y en el que nadie recuerda haber tenido un problema con él en todo este tiempo.

En el homenaje que le han dado los usuarios y trabajadores del CEAM, también ha estado presente la actual directora del centro, Eva Sánchez. «Para nosotros Ismael ha sido una pieza clave desde su peluquería. Lo vamos a echar mucho de menos y nos gustaría que siguiera con nosotros. Pero también entendemos que ha llegado la hora de su jubilación y ahora es él el que tiene que disfrutar de su nueva vida», confiesa la directora.

Ismael Sarabia comparte este deseo. Aunque también echará de menos su peluquería y el contacto diario con los clientes. «Viviré una época en la que pasaré más tiempo con mi familia y en la que me hace ilusión viajar», confiesa un hombre que ha compuesto una saga de peluqueros junto a hermanos, hijos y sobrinos. «Por mis manos han pasado miles de personas de Elche porque muchos de los usuarios del centro venían con sus hijos e, incluso, con sus nietos», añade.

44 años de vida profesional se quedan atrás con su salida. Se marcha con orgullo por haber cumplido su labor y feliz por el hecho de que el CEAM atraviese ahora un buen momento, sin quejas de los usuarios.