La cuenta atrás para las representaciones del Misteri d'Elx hace días que comenzó. A falta de poco menos de dos semanas para las escenificaciones, y tras los primeros ensayos en el propio templo de Santa María por parte de los integrantes de la Escolanía, ayer llegó el turno a la Capella. Más bien a una parte de la misma, sobre todo a los que acumulan menos experiencia en el Andador y el Cadafal y, sobre todo, con el primer objetivo de saber colocarse, adecuar los gestos, adoptar el rostro adecuado y, en definitiva, tener claros los movimientos durante cada pasaje de las representaciones.

En concreto, sobre las 20.30 horas fueron convocados aquellos cantores que llevan menos tiempo participando en La Festa, la gran mayoría salidos hace escaso tiempo del Coro Juvenil, tras ingresar en él al cambiar la voz después de ser un escolano años atrás.

Éste es el caso de Manuel Sáez Pérez, de 19 años, que este agosto se estrena en la Judiada. «Entré en la escolanía a los cinco años y estuve hasta los 12, cuando me cambió la voz. Pasé luego al Coro Juvenil y me estreno en la Capella el día 12», explica.

Con la voz de bajo, Sáez señala que se sabía de oídas la música en general, así como las escenas, por lo que una parte del trabajo ya estaba avanzado. «Más que nervioso, estoy ilusionado y con ganas», confiesa momentos antes de que el mestre de Ceremonias, Antonio Antón Latour, comience a dar indicaciones individuales y en grupo a los congregados.

El primero en recibir instrucciones es Carlos Sánchez, que se arranca con un pasaje en el papel de San Juan, ante la atenta mirada de sus compañeros, pero también de algunos turistas que visitan la basílica de Santa María y que se encuentran con esta sorpresa.

Ignacio Urbán, en su segundo año en un papel de la Judiada, tiene previsto salir en las escenificaciones de los días 11 y 13. «Estoy muy nervioso. Es un cambio de perspectiva de todo el conjunto», relata por su parte expectante en este ensayo parcial.

El presidente del Misteri, Fernando García, también quiso acudir a una de las primeras tomas de contacto de la Capella con Santa María, a pocas fechas de que comience el ciclo asuncionista. No oculta sus ganas de volver a contemplar y sentir La Festa.

De igual modo, el mestre de Capella, José Antonio Román, tampoco quiso dejar de asistir a estar recomendaciones para los «nuevos» cantores. «Nuestra obligación es hacerlo cada año un poquito mejor. Solo pido que la gente se concentre y que se note el trabajo que se hacer a lo largo de todo el año», manifiesta.

Con las potentes notas del órgano de fondo, a cuyo teclado, una vez más, estaba el director de la Escolanía, Javier Gonzálvez, la sesión sirvió para que todos aprendieran de todos y supieran la importancia de los pequeños detalles sobre la tramoya baja.

Para hoy está previsto que todo el grueso de la Capella acuda para un ensayo más genérico.