La concejala no adscrita, Cristina Martínez, negó ayer que hubiera amenazado a alguien cuando accedió sin ser invitada al despacho de la alcaldesa. Martínez afirmó que habló primero «con la secretaria de la alcaldesa, que es su hermana» y que ésta le dejó entrar. Una vez cara a cara con la máxima autoridad de la ciudad le dijo que «esto es rizar el rizo» y le pidió que dejara en paz los asuntos familiares. «No amenacé a nadie, le dije a la alcaldesa que estaban rizando el rizo, que por favor dejáramos los temas personales que no nos llevan a ningún sitio y no son cuestiones políticas», declaró ayer ante los medios.

«Entiendo que esté dolida por haber perdido la mayoría absoluta, pero no todo vale en política. Está perdiendo los papeles», agregó la edil.

También dijo que al solicitar Mercedes Alonso la presencia policial salió del despacho con la mayor educación. Martínez añadió que podía demostrar su versión de lo ocurrido porque tiene una grabación.

La concejala también negó ayer de nuevo que ella tuviera algo que ver en la convocatoria o adjudicación de la plaza de coordinador del Pacto Local por el Empleo, que finalmente fue a parar a su hermano, y que en cambio fue responsabilidad de la concejalía que dirige Luis Ángel Mateo -precisamente el que destapó el asunto en el pleno del lunes- porque fue la que redactó las bases de la convocatoria.