La familia del Misteri d'Elx se reunió ayer en su tradicional comida, una chuletada en la Venta Durá, para celebrar que toda la maquinaria está a punto para comenzar con las representaciones del drama asuncionista.

Esta jornada distendida congregó a los miembros que componen la Festa, cantores, jefes de grupo, patronos y las personalidades electas y portaestandarte, en una cita para hermanar a todas las partes que intervienen en hacer realidad esta representación declarada como Patrimonio de la Humanidad. Junto a los responsables de los montajes, la gestión y la puesta de escena del Misteri estuvo también el alcalde de Elche, Carlos González entre otros representantes ilicitanos.

Todos estuvieron arropados por el nuevo párroco de la basílica de Santa María, Ángel Bonavía en una mañana que pone de manifiesto que las fiestas de agosto son inminentes.