El canal principal de Riegos de Levante, que va desde Guardamar hasta la segunda elevación, en las inmediaciones del Parque Natural de El Hondo, viene siendo, desde hace unas dos semanas un cementerio de peces que acusan el escaso nivel de agua y la falta de oxígeno. Los embalses también están registrando niveles de peces muertos pero en menor medida, un 10% del total en estas dos semanas.

De momento, Riegos de Levante ha colaborado para retirar entre 37.500 y 45.000 kilogramos de estos animales que se cuentan como un 80% de mújoles, un 15% de carpas, un 4% de anguila y un 5% de peces no identificados. Esas toneladas de peces son las que han sido retiradas con un protocolo de seguridad ambiental específico. Tras su despeje con maquinaria, los restos de peces serán gestionados por una empresa especializada que hará un proceso de metanización o los llevarán a cementeras para deshacerse de los restos biológicos.

Esta alta mortandad repentina, algo habitual en este tipo de paisajes y humedales mediterráneos en verano, se está produciendo por episodios de bajas presiones que, debido al bajo nivel del agua hace más difícil que los peces puedan respirar y mueran ahogados. Las lluvias que se produjeron a principios de julio fueron las responsables de que el canal y parte del embalse apareciera con estos peces muertos.

Como consecuencia de esta circunstancia y, para prevenir males mayores si la mortandad se incrementase en un futuro en el canal o en los embalses, se están haciendo, desde la Conselleria de Medio Ambiente, análisis para detectar la presencia de botulismo, una toxina que afecta a las aves. Durante estos últimos días los trabajadores han estado analizando varios puntos de los embalses de El Hondo para controlar si ha aparecido la bacteria que provoca esa enfermedad pero no han encontrado rastro de ella. En lo que coinciden tanto Riegos de Levante como el Consell es que es previsible que pasen estas mortandades en estas fechas.

Por otro lado, el técnico general de Riegos de Levante, Francisco Rubio, insiste en que esta mortandad no tiene por qué ser perjudicial si no que, al contrario sirve para regular la densidad de peces que habitan y llegan a El Hondo. «Llega mucha materia orgánica en forma de peces y esta es una forma de regularlo, así no acaban con los macrofitos que alimentan a las aves y repercute en un beneficios para ellas».

Rubio también destacó que estas muertes de peces está respetando a la gambusia, principal alimento de la cerceta pardilla, ave que se puede encontrar en El Hondo y que está en peligro de extinción crítico.

Francisco Rubio quiso tranquilizar a los regantes en cuanto el abastecimiento de agua y aseguró que el suministro para los usuarios está asegurado en el verano en cantidad y en calidad de los recursos hídricos. Por otro lado, Rubio destacó que la retirada de los peces muertos corre a cargo de Riegos de Levante y que cada tonelada de residuos recogida en estos 15 días cuesta a los usuarios 750 euros. El cálculo es que la limpieza de peces muertos ha supuesto el desembolso de unos 33.750 euros a quienes gestionan esta labor. «Ese cargo va a costa de los labradores, no queremos que cuando acabe este episodio a finales de agosto, el montante repercuta en un aumento del precio del agua». Desde el Consell aseguran que esta semana se reunieron con la Directora General del Agua, del Ministerio y le solicitaron un aumento de la aportación de recursos hídricos para mantener los niveles compatibles con la biodiversidad de las especies en El Hondo. En el caso de que no se cumpla esta petición, afirman desde el Gobierno autonómico, considerarán la desecación de los embalses por evaporación , lo que se conoce como vaciado terapéutico.

En cualquier caso, a pesar de que la situación está controlada, todos ponen mil ojos para que el daño no haga mella en el Parque Natural.