La Asociación de Afectados por el Ruido de Elche ha reaccionado frente a la respuesta del Ayuntamiento a sus alegaciones en contra de la nueva ordenanza reguladora del ruido. La portavoz de la agrupación, Manuela Navarro, considera «decepcionante» esta respuesta porque «se excusan en que la norma está dentro de los parámetros legales para no aplicar ningún cambio significativo en esta regulación». Además, aportó la representante del colectivo de afectados por el ruido en Elche, que la respuesta es parcial y que no se ha contestado a su propuesta de colocar sonómetros en las calles como elemento disuasorio para mitigar los grandes ruidos. Asimismo, especifica, tampoco han recibido respuesta a su propuesta de que no se autorice a los locales de ocio y restauración a sacar al espacio público barras para la venta de bebidas durante las próximas fiestas patronales de agosto, salvo en la Roà.

«No hay derecho a que familias que no pueden salir de sus casas por estar impedidas o no poder permitirse pagar un hotel tengan que aguantar 72 horas seguidas de ruido en las calles. Es mucho tiempo sin descansar», aseveró.

En este sentido, han reclamado al Ayuntamiento que sean tan estrictos en la normativa contra el ruido exterior como lo son contra el ruido dentro de los locales.

Navarro cree que la regulación contra el exceso de ruido en interiores sí que es adecuada y le gustaría que el Consistorio siguiera la misma línea de exigencia en las calles de Elche. «Claro, que este refuerzo en la norma llegó después de varias querellas», apuntó la portavoz.

Los afectados creen que no se hace lo suficiente en la ciudad, desde el Ejecutivo local, por luchar contra la contaminación acústica y aseguran que la nueva regulación solo pone parches y avances muy puntuales a la anterior norma. «Se ha presentado como un gran paso pero en realidad solo han endurecido la norma en la limitación de horas para las mudanzas y en la ampliación del horario nocturno, pero sin cambios sustanciales detrás no sirven de nada estos avances puntuales», advirtieron. Manuela Navarro recalcó que seguirán pidiendo que se coloquen sonómetros exteriores, ejemplificando el caso de ciudades como Alicante que ya lo han aplicado y también una norma que responsabilice a los emisores del ruido pagar con sanciones el exceso de ruido y que obliguen a los establecimientos a evitar situaciones que fomenten el ruido de madrugada.