«Hemos estado diseñando la ciudad para los coches durante 40 años y ahora creemos que tenemos que dedicar unos años a diseñarla para las bicicletas y la movilidad sostenible». Así lo expresan responsables de la Concejalía de Movilidad Urbana de Elche, la cual ha decidido engranar una marcha más en cuanto a encarar el problema del carril bici en el municipio, un infraestructura viaria que desde hace años viene recibiendo quejas de todo tipo: interrupciones de viales, falta de conservación, tramos inconexos, ocupación de sillas y mesas e incluso de marquesinas, distintas dimensiones y estéticas, etcétera.

Para ello, la cuestión se quiere abordar con una visión de conjunto, no con actuaciones aisladas e independientes, a modo de parches y según en qué puntos de la ciudad, sino con una planificación y un rediseño solvente de cara al futuro de la ciudad, y sobre todo de cara a la tan ansiada meta de conseguir que sea Elche designada Capital Verde Europea en 2030.

En principio, se quiere encargar a una empresa que presente una propuesta de rediseño y normalización definitiva de lo que ya hay, lo que supondría desde «borrar» buena parte de los tramos actuales, para poder generarlos de nuevo de manera homologada, hasta realizar pequeñas modificaciones con grandes resultados.

Entre 12 y 14 kilómetros se calcula que integran actualmente la red de carril bici de Elche, entre la ciudad y las pedanías. La gran mayoría presenta un estado muy mejorable. Solo las actuaciones más recientes se salvan de las críticas, incluso de los actuales responsables municipales, los cuales reconocen que el carril bici de Elche necesita un buen repaso.

Y precisamente consideran que antes de crecer en más kilómetros, es necesario reordenar y normalizar los viales ya existentes.

Como ejemplo de esto último, la propia edil de Movilidad Urbana, Esther Díez, visitó ayer los primeros trabajos que se están acometiendo en la avenida del Ferrocarril, a la altura de la rotonda de la estación de servicio, en la fachada del campus de Elche, donde hace una semana arrancó una obra que permitirá suprimir uno de los ocho principales puntos negros del carril bici en la ciudad.

Esta actuación, que cuenta con una subvención de 242.000 euros de la Diputación, supone crear un carril unidireccional, por cada uno de los dos sentidos de la circulación, desde este punto hasta el inicio del puente del Ferrocarril.

El carril se integrará en la calzada en todos los tramos posibles (toca terrenos de la Universidad de Elche y también tiene que autorizarlo ADIF) y, donde no sea posible, discurrirá en el extremo de la acera cercano a la calzada. Esto significará, por ejemplo, que la banda de aparcamientos frente al edificio Torreblanca de la Universidad será suprimido. Las obras se acometen en su mayoría en verano coincidiendo con la menor densidad de vehículos, se paralizarán durante las fiestas de agosto y en principio deben estar listas antes de cuatro meses. En suma, se normalizarán 1.730 metros de carril bici en este enclave.

Tras la reciente puesta en marcha del carril bici de La Marina (también con fondos de la Diputación), próximamente está previsto habilitar otro entre Torrellano y Elche Parque Empresarial y también uno más que discurra a lo largo del puente del Ferrocarril.