La Operación Soule también cuenta con su ramificación en Elche y mientras la Guardia Civil detenía al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Ángel María Villar, a su hijo Gorka, y al vicepresidente Juan Padrón, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entraba en las instalaciones que antes ocupa Puma en el polígono de Carrús y ponía a todos los empleados de Estudio 2000 contra la pared mientras se registraban todos los despachos y se revisaban los discos duros de los ordenadores. Desde las ocho de la mañana a las 14.30 horas se paralizaron todas las actividades de los empleados y fue mucho el material incautado.

Unos días después, el auto de juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha confirmado los motivos de dicha operación en Elche. El magistrado señala que la RFEF efectuó pagos a la empresa ilicitana Estudio 2000, que antiguamente gestionaba la marca Puma, liderada por el empresario Vicente Bernad, y que actualmente lo hace Pony, por 36,5 millones de euros. Dicha cantidad proviene de un contrato de suministro de material deportivo concertado con esa firma, «cuyos administradores están vinculados por razones de amistad» al vicepresidente de la Federación, Juan Padrón, y que no ha sido ofertado por la RFEF.

La ropa va destinada a los árbitros o a las federaciones territoriales, que no saben lo que hacer con ella y que está apilada en un almacén. Las investigaciones de la UCO han revelado además, que Estudio 2000 SL se limitaba a comprar las prendas a un proveedor textil y revenderlas después a la Federación de Villar con un suplemento que llegó a doblar el precio por unidad.

Prueba de esta amistad entre Bernad y Padrón es que uno de los hijos del primero está contratado por la Fundación de la RFEF y es el único de su escuela de fútbol que ha entrado fijo, a pesar de ser uno de los últimos en llegar. Ha cobrado entre 2013 y 2016 unos 106.000 euros.

El magistrado se muestra contundente en su auto: «Visto que desde 2013 más del 99% de los ingresos de Estudio 2000 provienen de la RFEF, puede afirmarse que dicha mercantil subsiste exclusivamente gracias a la RFEF. La suma del saldo de 15 cuentas bancarias de Estudio a fecha 31.12.2016 es próxima a los quince millones de euros (14.749.137,24 euros)», indica.

El auto, en este sentido, señala que, a partir de 2011, una vez que Estudio 2000 se desligó de Puma, el volumen de negocio se mantuvo, hasta el extremo de que la principal fuente de ingresos de la compañía de Elche, más del 85%, era la RFEF. Sin embargo, la cosa no quedó ahí y en 2013 la Federación se convirtió prácticamente en la única vía de entrada de la facturación, hasta alcanzar el 99% de las ganancias.

Las investigaciones ponen en evidencia, asimismo, que desde el año 2012, Estudio 2000 compraba las prendas a la sociedad Distrisa, que comercializaba la marca Pony, y luego las revendía a la Federación por un precio más elevado. «Estudio 2000 demanda equipación deportiva de la marca Pony a Distrisa, por la que paga algo más de tres millones de euros. Recibido el producto, abona unos sesenta mil euros a la empresa de transporte Azkar para que la reparta. Las prendas llegan a su destino (federaciones territoriales) y la RFEF paga a Estudio 2000 por esta transacción unos cinco millones de euros», detalla Pedraz en el auto.

Uno de los denunciantes afirma que «el que tenga este contrato tiene un chollo... porque tiene garantizadas unas ventas de cuatro millones y medio de euros haga lo que haga. Es una vergüenza lo del contrato ese... hay que cargárselo».