El cielo del Misteri ya está en las naves de la basílica de Santa María, pero todavía no ocupa su lugar. Los operarios de La Festa trabajaron ayer en la limpieza del revés de la lona, en la que también se aplicó una capa de pintura, para intentar que sea más opaca, y que la luz que entra por las vidrieras de la cúpula del templo ilicitano no llegue a las naves durante las representaciones.

Para ello, se aplicó una capa de pintura, en la que se emplearon más de 13 kilos de material. «No queríamos darle una segunda pasada a la lona para no incrementar más el peso del cielo», explicó el responsable de restauración, mantenimiento y montaje de las tramoyas del Misteri d'Elx, Sixto Marco.

Los trabajos empezaron ayer a primera hora, cuando se retiraron los bancos de la planta de la basílica de Santa María para poder extender el cielo en el suelo.

Primero se pasó una aspiradora por el revés de la lona, para retirar el polvo que se acumula durante el tiempo que está colocado. Después los operarios elevaron unos metros el cielo sobre el suelo para colocar en la base de la basílica un papel secante preparado en Alcoy especialmente para la ocasión, y cuya función era absorber toda la humedad que se desprenda del limpiado.

Con la lona del revés, y de vuelta al suelo, se procedió al limpiado con una disolución especial. El proceso se hizo con algodón en hilo, para no dañar la decoración del cielo. Una vez realizada esta labor, se volvió a levantar unos centímetros del suelo para que dar paso al proceso de secado, que se alargó más de un hora.

El último paso fue imprimir la pintura en el revés de la lona, con el objetivo de darle más opacidad al lienzo que representa el cielo del Misteri d'Elx, por donde entran los artefactos de la Mangrana, el Araceli y la Coronación.

Detrás de esta operación, está la intención de mejorar la ventilación de la cúpula de Santa María abriendo las vidrieras durante las representaciones, para evitar que los tramoyistas, cantores y escolanos sufran las altas temperaturas que se registran en agosto, cuando se llevan a cabo las representaciones de La Festa.

Una vez que este proceso ha finalizado, el siguiente paso va a ser elevar el cielo para que ocupe su lugar en la basílica de Santa María. Una vez esté en su sitio, se evaluará el efecto de la pintura, y, si se considera necesario, se repasarán las zonas por las que siga atravesando la luz.