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Castillejos, en todo su esplendor

La restauradora municipal Gemma Mira reconstruye el emblemático mural del artista ilicitano en el colegio Eugeni d'Ors

La restauradora municipal trabaja desde el lunes sobre los desperfectos causados en el mural de Castillejos en el colegio Eugeni d'Ors. INFORMACIÓN

El emblemático mural de Andreu Castillejos Furió que corona el salón de actos del colegio Eugeni d'Ors volverá a lucir en toda su magnitud en un par de semanas. Hace un lustro, y durante unos trabajos para mejorar el sistema de calefacción del centro, los orificios que se hicieron en la pared para meter las tuberías acabaron con medio metro de la pintura mural del artista ilicitano, fallecido en 2013 y cuyo nombre sustituirá al de José María Pemán en el callejero de la ciudad tras el cambio de nomenclatura aprobado por el Ayuntamiento el pasado 3 de febrero. Las obras alcanzaron la cabeza de uno de los tres niños que dan vida al mural que, desde el lunes, está siendo reconstruido por Gemma Mira Gutiérrez, restauradora municipal.

La intervención trata de eliminar mecánicamente y con mucho mimo los excesos de yeso con los que se rellenó esta abertura en el mural para no dañar la pintura original y, en una segunda fase, reconstruir cromáticamente el dibujo faltante. Todo ello bajo los «criterios básicos de la restauración que trata de recuperar el original en la medida de lo posible, con la mínima intervención, el respeto y la reversibilidad de los materiales y técnicas utilizadas», asegura Gemma Mira, quien destaca el «alto valor contemporáneo» de este mural tanto por su autor como por la calidad que refleja su pintura.

Este símbolo de la comunidad educativa del colegio Eugeni d'Ors, tal y como lo define María José Linde, directora del centro, fue realizado en el año 1983 por ilicitano Andreu Castillejos, pintor, fotógrafo y referente artístico cuya sentida obra ha dejado huella en la ciudad. Castillejos fue profesor de pintura del propio colegio durante los años 80 y su mural, según asegura la directora, será la portada de la agenda escolar del próximo curso por lo que representa para el colegio y para la ciudad. «El mural representa la historia del colegio», asegura.

Además de reconstruir el trozo de cabeza eliminado y recuperar toda la pintura original que queda detrás del yeso, los trabajos de restauración también abarcarán las rozaduras, desconchados y golpes que presenta el mural en su parte inferior debido al uso de un aula multiusos. «Los restos que quedan te van marcando las líneas a seguir», asegura Gemma Mira. La pintura llega desde el suelo al techo y tiene unos cuatro metros de alto y unos siete de ancho.

La iniciativa para restaurar este mural de alto valor artístico ha partido desde la misma dirección y el Ampa del centro, y cuenta con la cooperación de la Concejalía de Educación, decidida desde un primer momento a recuperar este patrimonio cultural.

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