La Policía Local de Elche ha iniciado un intenso proceso de transformación, prácticamente al completo, tanto en su filosofía como en su organización, que le llevará, a principios de 2018, a convertirse en un colectivo moderno, acorde con los tiempos que corren, conocedor de la comunidad a la que sirve y, sobre todo, con una mayor conexión (física y digital) con los ciudadanos, todo ello después de prácticamente 25 años sin actualizar sus estructuras en profundidad en muchos sentidos.

Convertirse en una policía verdaderamente comunitaria, con un despliegue territorial por zonas, manteniendo una comunicación fluida con asociaciones y grupos de interés de las comunidades o barrios para determinar las acciones oportunas, es el objetivo fundamental de los mandos de este cuerpo, que han iniciado una «reorientación» de la estructura organizativa, lo que supone pasar de una policía reactiva, que prácticamente se ponía en marcha cuando recibía la llamada de un afectado o testigo, a otra «preventiva, proactiva y polivalente, cuya base de funcionamiento sea la cercanía al ciudadano, el análisis y el tratamiento de la información y la producción de inteligencia», según indican.

La nueva estructura que se ha establecido incluye tres grandes brigadas: brigada territorial de policía comunitaria, brigada de servicios centrales y brigada operativa nocturna.

Proximidad

La primera, que incluye también a la unidad turística y de playas, tiene una vocación de mejor atención a los ciudadanos y de estar más cerca de ellos. En la segunda, los agentes asignados abordarán cuestiones como la movilidad urbana, tráfico y seguridad vial, protección de colectivos vulnerables, urbanidad y medio ambiente o la policía canina, entre otras. La tercera brigada, en horario nocturno, velará por dar un servicio de seguridad ciudadana con unidades de prevención e intervención.

Para conseguir todo esto se va a avanzar en varias direcciones, tal y como explicaban ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, José Pérez, y el intendente general jefe, César Zaragoza. Por un lado, se desarrollarán estructuras de interrelación con los ciudadanos que permitan un contacto próximo con las comunidades de los barrios y pedanías. En segundo lugar, la minería de datos dará pie a conocer indicadores de impacto y resultado para su posterior tratamiento. Esto permitirá planificar mejor la actividad de los diferentes departamentos y unidades policiales.

«El tratamiento de las grandes cantidades de datos a los que la Policía tiene acceso permiten la toma de decisiones sobre la base del conocimiento que genera el análisis de la información», según se recoge en el documento base para la nueva organización.

Junto a todo ello, los mandos no han olvidado que los agentes, tras la apertura de un periodo de negociación con los sindicatos, también tienen que poder compatibilizar sus condiciones de trabajo con las aspiraciones profesionales, relaciones familiares y situaciones particulares. Es decir, se va a intentar satisfacer demandas pendientes de los trabajadores.

«Esta reorganización es un avance muy positivo. Se hace después de 25 años y es un gran logro poner en marcha un nuevo modelo policial más moderno, más eficiente y listo para responder a los nuevos problemas», declaraba el edil de Seguridad Ciudadana.

Problemas de convivencia, consumo de alcohol y drogas en los parques, ruidos o las deposiciones caninas (las denuncias efectuadas por los propios agentes se han disparado en los últimos meses, hasta casi un 500%) son algunas de las cuestiones que más están denunciando los vecinos a la Policía Local, tal y como avanzaban ayer sus responsables.

«Debemos de reorientar este cuerpo de seguridad hacia aquello que preocupa al ciudadano, ya que lo más importante es lo que más preocupa a la gente», remarcaba César Zaragoza.

Los agentes también van a tener que superar un periodo de formación: desde mejorar sus habilidades sociales, de comunicación y de resolución de conflictos, hasta lo que concierne al uso de nuevas herramientas tecnológicas, ya sean tablets u otros dispositivos o redes sociales.

En definitiva, lo que se pretende es cambiar el modelo, pasando de una Policía Local que hasta ahora estaba muy especializada y acudía a los problemas cuando avisaban los ciudadanos, hacia una policía más preventiva y polivalente, capaz de hacer muchas cosas a la vez.