El equipo de gobierno de Elche calcula que a lo largo de este verano los primeros inquilinos del primer edificio que inaugura la dilatada renovación del barrio de San Antón podrán entrar en sus nuevas viviendas. No descarta incluso que alguno pueda hacerlo este mismo mes de julio, aunque todo va a depender de los farragosos trámites administrativos y bancarios que surgen cuando se produce la adquisición de una vivienda.

La junta de gobierno aprobará este viernes, si no surge ningún imprevisto, la lista definitiva de nombres para la adjudicación de 72 viviendas, a falta de otras dos adaptadas para personas con algún tipo de discapacidad física.

Los interesados, según fuentes municipales, han cumplido con los requisitos y las cantidades iniciales a depositar (entre 1.500 y 2.000 euros) y, a tenor de esto, el Ayuntamiento ya puede continuar con los trámites.

Tras la aprobación por el equipo de gobierno, la Conselleria de Vivienda debe certificar los correspondientes visados de las viviendas y, a continuación, acudir a la notaría y al Registro de la Propiedad. En función de si hay suerte con las vacaciones del personal que se encuentra en los distintos órganos oficiales, y de si las entidades bancarias están por la labor de cerrar cuanto antes los préstamos hipotecarios a los futuros vecinos, las operaciones se podrán cerrar antes o después.

En cualquier caso, todo el proceso, una vez se concluyó el inmueble, se ha tornado muy lento en el tiempo, al margen de la propia actuación de renovación del barrio, que se anunció hace más de 20 años y en el que están implicados el Gobierno central, el Consell y el Ayuntamiento.

Hace un año, el equipo de gobierno daba luz verde definitiva al pliego de comercialización de las 74 viviendas y 51 garajes correspondientes al edificio que inaugura la primera fase del proyecto de renovación de San Antón, una actuación que contempla como mínimo otros dos edificios más aparte del actual.

Posteriormente, los interesados pudieron solicitar uno de estos nuevos inmuebles, ubicados en la calle Francisco Pérez Campillo, entre el 1 de septiembre y el 31 de octubre, en las dependencias de Pimesa, donde se les informó de toda la documentación necesaria.

No obstante, pese a la conclusión del edificio, los técnicos advirtieron que el barrio de San Antón precisaba de un nuevo centro de transformación. El edificio, configurado para optimizar el consumo energético, no tenía electricidad, por lo que hubo que esperar otros dos meses hasta que se concluyó dicho centro de transformación.

El proceso de adjudicación de viviendas finalmente arrancó el pasado 2 de mayo, siguiendo el orden del sorteo que se realizó ante notario en el año 2009 y para reubicar a los vecinos de los bloques 11, 12, 13 y 14. Ahora el equipo de gobierno continúa con los pasos para facilitar cuanto antes la ocupación de estas nuevas viviendas

Por otra parte, el segundo edificio de este plan de regeneración del barrio, pegado al primero, avanza a buen ritmo. Ya se ha construido la base y se está levantando el forjado.

Este segundo inmueble supone la construcción de120 pisos, así como 88 plazas de garaje y estará listo en menos de dos años.