Elche por fin ha hecho justicia a Margarita Fuster Maciá, una de las profesoras más queridas del municipio y una de las mentes imprescindibles de las últimas décadas. La catedrática de Filosofía ya cuenta con un jardín que lleva su nombre (entre las calles Filet de Fora y Borreguet) y cuya placa que así lo acredita fue ayer descubierta por la protagonista, acompañada de familiares, numerosos amigos y concejales del PSOE y de Compromís. La que fuera directora del instituto de Carrús entre 1979 y 1985 prácticamente no se dejó a nadie en su parlamento. Medio Elche fue nombrado en un discurso de agradecimiento a sus numerosas amistades, compañeros y alumnos.

Presidenta del Club Senior de la Universidad Miguel Hernández y una de las impulsoras de la Universidad de la Experiencia, Fuster, una auténtica mente lúcida, no se olvidó de Kant, Spinoza, Aristóteles ni Platón, apeló a incorporarnos a una cultura ecológica y reivindicó que la Filosofía vuelva a los institutos. «He hecho lo que me gusta: explicar la Filosofía y despertar la pasión por pensar», manifestó la autora de «El gozo de pensar», acompañada sobre todo de sus hijos Paco, Marga y Pilar. El alcalde ilicitano, Carlos González, señaló que se ha hecho un acto de justicia, que el callejero de la ciudad es ahora más digno y que hace veinte años Margarita Fuster ya dijo que quería un Elche más culto y solidario.

Fuster llegó a formar parte del Plan Estratégico Futurelx, es socia de honor del Institut d'Estudis Comarcals del Baix Vinalopó y ha recibido varias distinciones en estos últimos años. Todos los homenajes que se le rindan son pocos para esta mujer militante de la cultura. Hace escasos días fue entrevistada por el profesor Miguel Ors dentro del proyecto «Elche, historias de vida», donde quedó latente su compromiso con Elche. El documental sobre ella se proyectaba en el Centro de Congresos después de la inauguración del jardín.