Entre la sorpresa y la indignación se encontraban ayer muchos bañistas en La Marina al contemplar la presencia de una excavadora en plena playa y en pleno arranque de verano. Mientras algunos se preguntaban si no había habido suficiente tiempo en el invierno para hacer zanjas y acometer arreglos, otros especulaban con la posibilidad de que se tratara de una avería imprevista.