A Felipe Castejón, aunque no nació como las nuevas generaciones con un iPad bajo el brazo, no le pilló de nuevas todo eso de las tecnologías de la información y comunicación (las denominadas TIC) porque, durante su etapa laboral, trabajó ligado al mundo de la informática. Unos conocimientos que ahora traslada, como tutor, a otros compañeros de la Universidad Permanente de la Universidad de Alicante (UA), por la que, en los últimos años, han pasado una media de 2.000 alumnos, que se forman tanto en el manejo de Internet como de ordenadores y teléfonos móviles. Lo hacen a través de las materias que se imparten dentro de este programa de estudios senior y de un plan de voluntariado europeo, en el que se enseñan de igual a igual. Este ciberconectado de 68 años considera que «las tabletas y los smartphones lo han simplificado todo. Con los ordenadores era mucho más complejo para la gente mayor a la hora de acceder a Internet, pero con estos aparatos todo son aplicaciones sencillas mucho más intuitivas, que le han mejorado la vida a muchas personas», dice.

Por ejemplo, uno de los compañeros a los que tutoriza, José Luis Casal, a sus 74 años, es perfectamente capaz de seguir una conversación mientras conduce por el manos libres y estar atento, a la vez, a las indicaciones de Google Maps para llegar a la cafetería en la que ha quedado con unos compañeros. También de formar parte de grupos de trabajo, a través de determinadas redes sociales, y de reconectar con viejos amigos del pasado gracias a Facebook.

El porcentaje de internautas mayores de entre 65 a 74 años en España, según un estudio realizado en 2016 por el investigador y docente Leopoldo Abad Alcalá, ronda el 30%. Un volumen que dista mucho de los usuarios de teléfonos móviles, que supera, con creces, según los expertos, el 85%. El crecimiento de usuarios de esta franja de edad de Internet no deja de crecer y es algo que las marcas de telefonía tienen en cuenta y tratan de potenciar.

El último informe realizado por la Fundación Vodafone con respecto a la relación de las TIC y los Mayores ya vaticinaba que, entre 2012 y 2017, el número de usuarios de Internet en nuestro país mayores de 65 años pasaría de medio millón a alrededor de 1,7 millones. Para 2020 esperan que la cifra esté por encima de los 2,2 millones.

Son conscientes de que es un crecimiento que lidia con un número considerable de personas, pertenecientes a esta generación, que no dispone de un nivel de estudios muy elevado y, por lo tanto, le cuesta familiarizarse con este tipo de tecnologías. Pero también saben que los mayores de dentro de una década, los que actualmente rondan entre los 55 y 64 años, vienen pisando fuerte, y el 60% ya es capaz de comunicarse con sus hijos vía Whatsapp y hacerse sus listas de reproducción musical en Spotify.

La directora de la Universidad Permanente de la UA, Concha Bru, especifica, además, que, en los últimos dos o tres años, ha cambiado sustancialmente el contenido que enseñan en las clases de informática. Más del 50% de su alumnado demanda más conocimientos sobre apps y redes sociales que de los clásicos programas de ofimática en el ordenador (word, excel, etcétera).

No obstante, según el último estudio nacional sobre el uso de las TIC en los Programas Universitarios para Mayores, elaborado en 2014 por la agencia estatal que los coordina (la AEPUM) , la población de más edad se sigue mostrando recelosa a la hora de realizar ciertas actividades cibernéticas como el comercio electrónico o las gestiones administrativas. Para lo que más tiran de Internet, tal y como planteaba esta radiografía documental, es para buscar y consultar información de uso personal y para relacionarse con sus contactos a través de sistemas de mensajería instantánea.

De hecho, la Comunidad Valencia ocupa un lugar referente, en nuestro país, en cuanto a utilización de las redes sociales. El estudio antes apuntado de la Fundación Vodafone indica que el hecho de que exista en esta autonomía una fuerte presencia de colonias extranjeras hace que, junto Baleares, sea la que cuente con más población en España, mayor de 65 años, conectada al mundo de las redes sociales. No obstante, desde esta institución recuerdan que son datos recogidos en 2012 y que en los últimos cinco años las cosas han podido dar un vuelco.

¿Nativos digitales?

Y es que tratar de hablar, en términos absolutos, de usuarios que dominan Internet, redes sociales y tecnología, en general, es complicado. Primero, porque son mundos en cambio constante y, segundo, porque muchos de los que conformamos esta sociedad, sobre todo los más jóvenes, tenemos la tendencia a creer que somos nativos digitales, cuando se trata de una categoría para la que se requieren unos conocimientos que, según los especialistas, solo controla una reducida minoría del planeta.

Un planteamiento que pone sobre la mesa la reconocida ingeniera en Telecomunicaciones y doctora en Inteligencia Artificial Nuria Oliver, que fue premio Nacional de Informática el año pasado. Oliver es de la opinión, y así lo reflejó en un capítulo del libro «Los nativos digitales no existen», que no por utilizar la tecnología sabemos realmente cómo funciona la misma. «Un niño, con solo tres años, puede manejar una tableta perfectamente pero... ¿Conoce el niño los mecanismos que articulan las funciones de ese dispositivo? ¿Será capaz de entenderlo de cara a crear él nueva tecnología?», se pregunta la experta.

A Oliver le preocupa que toda esa sabiduría solo esté a disposición de un pequeño núcleo del planeta, que es el que realmente decide qué dirección deben tomar todas esas herramientas digitales con las que la humanidad funciona en su día a día. Desde su punto de vista, en el sistema educativo deberían de hacerse la pregunta de si realmente, los currículums, los tenemos adaptados al momento actual. «Es importante que los niños aprendan lo que se conoce como pensamiento computacional. Es ahí donde realmente se encuentra la brecha digital. No solo afecta a los mayores de 65 años sino a toda la sociedad. Además, sería algo que normalizaría la tecnología como una disciplina más y rompería barreras de género en una industria dominada hasta ahora por hombres», manifiesta esta doctora en Inteligencia Artificial por el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Son reflexiones con las que están muy de acuerdo desde la Universidad Miguel Hernández (UMH). Es más, desde su programa global Municipi Intel·ligent, tratan de formar a diferentes franjas de la sociedad en este tipo de materias. Aunque con especial atención a las generaciones futuras. Uno de sus subproyectos, «Escuela de Frikis», que arrancó este curso, ha impulsado la enseñanza de ciencias tecnológicas y matemáticas a niños de educación primaria en un total de seis municipios de la provincia.

Pero si hay un colectivo que también preocupa a todos estos expertos es el de los discapacitados. El director de la Fundación Vodafone, Santiago Moreno, asegura que existe una necesidad urgente de mejorar los dispositivos móviles de cara a este colectivo aunque resalta que los avances que se están consiguiendo son muy destacables.

«Las personas ciegas, cuando aparecieron los smartphones, tenían miedo de que desaparecieran los teclados. En el número 5 había un relieve que les ayudaba a orientarse. No obstante, ya existen sistemas de inteligencia artificial, como el Talkback, que les habla para saber a quién quieren llamar de su agenda. También se están produciendo avances para que personas con tetraplejia puedan manejar el móvil a través de movimientos de cabeza. Entre otras apps el Eva Facial Mouse, que se puede descargar desde Google Play. El reto es que consigamos la inclusión total», sostiene Santiago Moreno.