El barrio de El Raval puso anoche fin a sus fiestas con la cremà de la hoguera y el monumento infantil que concentró, como viene siendo habitual cada año, a decenas de ilicitanos. Una celebración más numerosa de lo habitual al caer en fin de semana, por lo que muchos acudieron a la quema como inicio de una larga noche de fiesta para despedir las celebraciones en el barrio.

Este año, los ilicitanos vieron arder buena parte de sus tradiciones, en un monumento coronado por la Dama de Elche pero en el que estaban representadas la Nit de l'Albà, la Semana Santa ilicitana, las fiestas de Moros y Cristianos, los Pobladores de Elche y hasta la gastronomía popular, con el arroz con costra como plato estrella de la hoguera.

La cremà del monumento mayor llegó, como marca la tradición, a las doce de la noche, minutos después de que ardiera el monumento infantil. Indultado quedó, por decisión del edil de fiestas, un ninot que representaba un ángel del Misteri.

La hoguera infantil cumplió anoche su quinta edición. Está elaborada por niños y familias ilicitanas a través de los talleres que realiza la asociación «Arte para Todos» en L´Escorxador, y este año ha estado inspirada en la obra fantástica de la escultora y pintora Leonora Carrington, con motivo del 100 aniversario de su nacimiento.

La noche de ayer sirvió para revivir una fiesta que cada año gana más adeptos en El Raval , y que sirvió para que los ilicitanos se concentraran frente al fuego de la hoguera, un día después de abarrotar las playas de Elche en la noche de San Juan. Un nuevo fuego purificador que esta vez sirvió para hacer desaparecer los seis metros de la estructura mayor.