Se han hecho de rogar, pero no por ello han restado usuarios. Centenares de ilicitanos acudieron ayer a las diferentes piscinas municipales de la ciudad para tratar de aliviar el sofocante calor que predominó durante toda la jornada. El inicio de la temporada de baño en las instalaciones descubiertas atrajo a más de 200 personas durante la mañana en El Toscar, una de las zonas más apartadas de la ciudad pero que, sin embargo, concentra a un gran número de usuarios verano tras veran0. En este punto, las quejas por la tardanza en la apertura, que se ha producido una semana más tarde que el año pasado, se contrarrestó con la alegría, para muchos, de encontrarse con la cantina abierta, ya que el año pasado permaneció cerrada y «se agradece tener dónde comprarte una botella de agua fría, un helado para los niños, o sentarse a tomar algo mientras los pequeños se bañan», apuntó uno de los usuarios que estrenó el servicio, prestado por quienes regentan la cantina del polideportivo de El Toscar.

Paqui y Carmelo, que disfrutaban ayer de las piscinas con sus nietos, señalaron que «con los calores de estos días la gente ya estaba desesperada. En casa no se puede estar e ir a la playa con los nenes es más complicado». Al Toscar no solo acuden vecinos del barrio, sino que «como se puede aparcar muy fácil, siempre venimos aquí, aunque vivamos en los Pisos Azules», señaló Ana Sempere, en compañía de sus hijos y su pareja. El césped natural que bordea las piscinas, es un añadido extra, según apuntó, ya que «si vienes pronto y pillas hamaca, se está de maravilla»

Lo que también fue muy aplaudido es el césped artificial instalado en todo el perímetro de piscina de El Pla. Hasta ahora, el suelo estaba compuesto únicamente por gresite, y «quemaba, resbalaba y no podías ponerte en el suelo con la toalla si no encontrabas una tumbona», señaló Daniela Milea. Ese césped artificial fue lo más señalado por los usuarios de El Pla durante la mañana de ayer. Según los datos proporcionados por los técnicos municipales, más de medio millar de personas acudieron a estas instalaciones, una de las más concurridas de Elche.

El precio, la cercanía y la comodidad son los factores que más atraen a los ilicitanos a las piscinas municipales. «He pagado dos euros y hemos entrado las dos niñas y yo. Está muy bien», explicó Loli Conesa, una vecina que vive muy cerca del polideportivo, por lo que «venimos los sábados, cada vez que podemos. Menos coche, que para las niñas es mejor porque se ponen pesadas, hace calor... y más cómodo».

La misma estampa se repitió en Altabix, donde 200 personas ya habían entrado a las piscinas a las 13 horas del mediodía. Familias con niños, en su mayoría, pero también grupos de adolescentes y parejas que vieron la oportunidad perfecta para darse un baño bajo el sol. Aunque puestos a pedir, las reivindicaciones más frecuentes de la mañana fueron la instalación de más pérgolas o arbolado para dar sombra, o mayor presencia de césped en aquellas piscinas donde el suelo de gresite aún predomina a lo largo y ancho de la zona de baño.