Los desencuentros en el seno del tripartito por el Mercado Central se avivan por días. Poco o nada queda ya de los puntos que unen al PSOE y a Compromís en lo que se refiere a un proyecto que pasa por derribar el edificio actual para construir uno nuevo y levantar un aparcamiento subterráneo. Lo único en lo que coinciden, de palabra, es que a ninguno les gusta ese devenir, pero otra cosa es lo que cada uno ponga en práctica. Y es que el hecho de que tanto unos como otros se enzarcen en réplicas y contrarreplicas tras las juntas de gobierno ya ha pasado a ser algo común en los últimos viernes. Esta vez, las indemnizaciones que se debería pagar a la empresa adjudicataria en caso de rescindir el contrato ha encarado a los principales socios de Gobierno del Ayuntamiento de Elche.

Por un lado, el Partido Socialista se escuda en que el contrato con la empresa está perfectamente atado y que las consecuencias económicas que supondría rescindirlo están aseguradas. Por el otro, los de Mireia Mollà vuelven a insistir en que lo del pago de indemnizaciones no está claro. No en vano, argumentan también que «podría salir más caro hacer el proyecto que pagar una indemnización». Sin embargo, ninguna de las dos formaciones sabe precisar qué cifra conllevaría para las arcas municipales la reparación económica a la empresa adjudicataria. Ni siquiera el PSOE, que es quien se agarra a este argumento.

No obstante, pese a esas diferencias que se encienden por momentos, tanto el Partido Socialista como Compromís se afanan en gritar a los cuatro vientos que, por el momento, no hay riesgo de que la estabilidad del Ejecutivo local se pueda ver amenazada por esos rifirrafes que cada vez más genera el Mercado Central entre las dos formaciones. Cosa que habrá que ver si se mantiene igual en función de los próximos acontecimientos y conforme se vayan acercando las elecciones.

Por ahora, el Ayuntamiento ya ha enviado a los placeros resistentes en el viejo edificio las notificaciones para que desalojen el inmueble, con lo que, si no ocurre nada raro, el tripartito estima que en julio el Mercado pueda estar vacío. Algo que se ha producido con la negativa de Compromís, que no ve por ningún lado la necesidad de tener que pedir a los vendedores que dejen sus puestos. Se aferran a que ningún papel lo acredita.

Los socialistas y el Partido de Elche dieron el paso adelante tras el informe del Consell en el que se solicitaba continuar con las excavaciones fuera del inmueble y en el hueco del ascensor del edificio de abastos. Si la orden para desalojar a los placeros ya evidenció hace unas semanas esa brecha abierta en el Ejecutivo local, en los últimos días han sido los informes firmados por técnicos de Patrimonio los que desacreditan la continuidad del proyecto. Uno de los documentos alerta del impacto negativo que tendría el tráfico generado por el aparcamiento subterráneo en la calle Major de la Vila, donde está la Casa de La Festa y advertía del riesgo para la «salvaguarda» del Misteri. El otro informe somete a la voluntad del Ayuntamiento la recuperación del edificio y aboga por la conservación del inmueble.

Con estos documentos sobre la mesa, la polémica volvía a estar servida también ayer. Además de las discrepancias por las indemnizaciones, el segundo de los encontronazos estaba marcado por ver qué formación era más responsable que la otra. Como ejemplo, la edil socialista, Patricia Macià, tiraba la piedra ayer a su socios y defendía que su partido «es el responsable respecto a los procesos administrativos que hay en el Ayuntamiento de Elche». Ante ello, el concejal de Compromís, Antonio García, se la devolvía diciendo que «lo irresponsable es seguir adelante con un proyecto que no gusta». Es más, les recordaba que así lo habían defendido en sus programas electorales.

Por enésima vez, saltaban por los aires las diferencias en cuanto a qué administración es la competente para decidir sobre el futuro del Mercado. Los socialistas dijeron ayer que «a día de hoy es la Conselleria de Cultura» y los de Mollà reiteraron que la última palabra la tiene el Ayuntamiento. Es más, tras conocer los últimos informes, desde Compromís advirtieron que el Ejecutivo local podría replantearse ya si se puede rescindir el contrato con Aparcisa. Otra cosa es que los documentos no sean vinculantes.