La Generalitat Valenciana publicó ayer la licitación del desdoblamiento de la carretera de Santa Pola, desde la Vereda de Sendres, cercana al Río Safari, hasta el tramo ya duplicado a la entrada de la villa marinera. Unas obras que partirán con un presupuesto de poco más de dos millones de euros, y que solucionarán, si bien solo en parte, una reivindicación vecinal desde hace años, debido al alto tráfico que soporta el vial, especialmente en los meses de verano, con las consecuencias que ello conlleva en cuanto a seguridad vial. La licitación se publicó en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, y fue anunciada por el alcalde, Carlos González.

Se espera que la adjudicación se realice en los próximos meses con el fin de que los trabajos puedan comenzar a final de año. El plazo de ejecución de estos trabajos es de 18 meses por lo que, si todo va según lo previsto y no se produce ningún retraso, algo usual en este tipo de obras, la duplicación de la vía sería una realidad para, como mínimo, el verano de 2019.

En este sentido, Carlos González también recordó que ya se ha adjudicado la redacción del proyecto para duplicar todo el tramo que discurre por el término municipal de Elche, desde la Vereda de Sendres hasta la Circunvalación Sur, si bien no se han dado plazos de cuándo podrá salir a licitación.

Hasta entonces, se generará cierto «efecto embudo», como ya ocurre con el pequeño tramo de dos carriles que sale desde Santa Pola. No en vano, se trata de una carretera que soporta un tráfico de 17.221 vehículos diarios, según apuntó el alcalde, una cifras que sublen notablemente en verano, debido al periodo vacacional, ya que son muchos los ilicitanos que veranean en Santa Pola o acuden a disfrutar del litoral.

Retenciones

De hecho, las retenciones en esta vía tanto en dirección a Santa Pola como a Elche son una constante en época estival. La carretera sirve de acceso a urbanizaciones y zonas de campo de la ciudad, lo que complica aún más el tráfico en estas fechas y, por consiguiente, la probabilidad de que se produzca un accidente. Esto, unido a que ambos carriles van en paralelo y sin ningún tipo de mediana, ha dejado en los últimos años graves accidentes, lo que ha llevado a limitar a 30 kilómetros por hora la velocidad en los cruces, con el fin de tratar de reducir al máximo el número de siniestros.

Lo que también se construirá el próximo año, según avanzó ayer la máxima autoridad ilicitana, será la rotonda que unirá la Vereda de Sendres y el cruce de Valverde, lo que también contribuirá a mejorar la seguridad vial.

Por tanto, el desdoble total de la carretera a Santa Pola es un objetivo a medio y largo plazo, pues ,una vez adjudicado el proyecto de la última fase, habrá que sacarlo a licitación, adjudicarlo y ejecutarlo, un proceso que se demorará durante varios años.