«Fue muy duro. Hubo que aguantar muchos chistes y comentarios. Los compañeros no querían trabajar con nosotras y sus mujeres tampoco querían que lo hiciéramos». Hace 45 años ocho mujeres se incorporaban a la plantilla de la Policía Local de Elche, las primeras. Mucho ha llovido desde 1972, pero lo más triste es que, tras todos estos años, el largo camino hacia la igualdad que se inició entonces, está muy lejos de llegar a su fin en todos los ámbitos de la sociedad. Hubo que superar muchos obstáculos. Para empezar, solo podían acceder mujeres solteras o viudas, por lo que muchas tuvieron que abandonar su puesto para contraer matrimonio. Algunas regresaron al cambiar la normativa, otras tuvieron que cambiar de profesión y hubo quien, directamente, lo que pospuso fue la boda.

Por esa primera lucha por la igualdad, el Ayuntamiento de Elche les rindió ayer un homenaje en el salón de plenos para conmemorar esta efeméride. «Por aquel entonces no se hablaba de igualdad, de paridad? Hubo que sufrir muchas discriminaciones. Estábamos entrando en un feudo de hombres. Nosotras empezamos el camino, y, con respeto y perseverancia, hay que continuar para que todas seamos finalmente iguales», apuntaba ayer Francisca Ballester, una de las ocho primeras policías que se incorporó a la plantilla. Quien dio el paso para que esto fuera posible fue el entonces intendente jefe, Emigdio Tormo. El hecho de que no hubiese ninguna mujer en sus filas conllevaba problemas administrativos. Elche era cabeza de sede judicial, por lo que todas las detenidas tenían que ser cacheadas, custodiadas a la hora de ir al baño, o hasta las dependencias judiciales por hombres, que debían perderlas de vista en determinadas situaciones para garantizar su intimidad. Tormo desveló ayer, a modo de anécdota, que en esos casos recurrían a una mujer que prestaba ese servicio, pero que muchas veces era difícil localizarla. El porqué también sirve para ver cómo ha cambiado la sociedad ilicitana en estos últimos 45 años: «Era frecuente que las mujeres siguieran las radiotelenovelas y, después, quedaban en casas de vecinas para comentarlas y demás. Se nos hacía difícil localizarla porque muchas veces no sabíamos en qué casa de las múltiples vecinas estaba», relató Tormo.

Esta no fue la única anécdota de la jornada. El hecho, como confesaron ayer, de que hasta 1997 la Policía Nacional de Elche no contara con mujeres en sus filas, obligaba a las agentes locales a realizar los cacheos cuando había alguna detención. Y de esto hace solo 20 años.

De estas ocho pioneras solamente queda en activo Bienvenida Torné, quien ingresó en la Policía Local con 17 años. La dedicación le viene de familia. Su padre fue Guardia Civil, un cuerpo al que la incorporación de la mujer llegó más tarde, por lo que optó por acogerse a esta primera tanda de agentes locales. Y, aunque se ha avanzado mucho en materia de igualdad, «queda mucho por hacer», dice, pues, aunque el número de mujeres ha pasado de ocho a 60, eso supone menos de una quinta parte del cómputo total de agentes, que ronda los 350. Además, de todas ellas, tan solo una es oficial, por lo que el camino hasta que llegue el día en el que una mujer dirija la Policía Local «aún es muy largo y va a tardar en llegar, hay que acabar con una larga tradición», concluye Torné.