Hace dos años el gobierno municipal cambiaba de color, un tripartito se hacía por primera vez con el control del Ayuntamiento haciendo gala de un cambio de política, de estilo de gobierno y de rumbo de la ciudad. El PSOE, Compromís e Ilicitanos por Elche firmaban un pacto con 35 medidas concretas que, en febrero del pasado año, tuvieron que reorientarse.

La salida de Cristina Martínez de la Plaça de Baix y la entrada del Partido de Elche obligaba a reformular los compromisos de un nuevo tripartito en minoría y, en definitiva, de una nueva Corporación municipal. Ahora, llegado el ecuador del mandato y conscientes de que en ese primer aniversario no se hizo todo lo que se pretendía por la crisis interna, hay proyectos que han alzado el vuelo, otros que están en el camino y otros que siguen enquistados en el tiempo.

Cuestiones como el Mercado Central o el hotel de Arenales se han convertido en un quebradero de cabeza para el Ejecutivo local. En el primer caso, pese a que uno de los compromisos del pacto de gobierno fue buscar una solución ágil en la toma de decisiones respecto al edificio de abastos, se ha avanzado a un paso muy lento y el proceso está casi igual que hace dos años, como lo dejó el PP. Ahora mismo, la Conselleria de Cultura es la que tiene la pelota en su tejado, ya que deberá valorar todavía si lo que se encuentre en el perímetro del edificio tiene valor. Por su parte, el PSOE y el Partido de Elche han ordenado ya el desalojo de los placeros con la vista puesta en agilizar los tiempos para definir el futuro del Mercado, mientras que Compromís se ha negado en rotundo.

En lo que afecta al hotel de Arenales, Costas ha paralizado las obras de rehabilitación y por ahora no hay resolución sobre si algún día los trabajos de recuperación del complejo hotelero podrán reactivarse. Algo que también ha acabado salpicando al equipo de gobierno.

Hay otros acuerdos que sí que se han respetado. Empezando por los que se soldaron en la declaración de intenciones que firmaban el 26 de febrero el alcalde Carlos González, Mireia Mollà y Jesús Pareja. En ese documento, la primera medida era contener la presión fiscal para todos los impuestos en lo que resta de mandato. Aquí no hay dudas, el compromiso se ha cumplido, por el momento.

El proyecto de recogida de aceites domésticos, propuesta específica del Partido de Elche, también ha visto la luz ya, o el Gabinete de Tráfico y Seguridad Vial. A punto de cumplirse se encuentra el compromiso de reabrir del polideportivo de Los Palmerales. Hace meses comenzaban las obras para devolver a la vida la piscina y las pistas. Ahora, habrá que esperar a ver si la remodelación llega a tiempo para este verano. Otra cosa es lo que ha pasado con el acuerdo que tiene que ver con la búsqueda de una solución ágil en la toma de decisión respecto al Mercado Central.

Tampoco ha tenido todavía salida la vinculación con SUMA para conseguir una mejor gestión de los tributos municipales. No significa que el tripartito no haya activado los trámites, que asegura haberlos iniciado, pero todavía no hay rastro de que se cumpla esa promesa.

Ocurre lo mismo con la puesta en marcha de una fundación para personas con discapacidad que tenga una relación con Espais Verds para crear puestos de trabajo. El Ejecutivo local se escuda en que ya se han dado los pasos.

Más allá de ese documento a tres bandas que marcaba el inicio del nuevo tripartito están las promesas que cada una de las formaciones políticas incluían en sus programas electorales. Muchas de ellas compartidas entre los tres partidos que ahora gobiernan.

Luz verde

La oficina municipal de la Vivienda, para tratar de frenar los desahucios, propuesta que el PSOE y Compromís defendieron en su día, ya ha despegado. Al igual ha ocurrido con la apertura de los comedores escolares durante los meses de verano o la puesta en marcha de un servicio municipal de atención integral a la mujer y a las víctimas de violencia de género, como es la Casa de la Dona.

La ampliación del Parque Empresarial para que siga creciendo el gigante de Tempe ha sido otro de esos grandes proyectos en los que el tripartito ha activado toda su maquinaria, pero que todavía no ha visto la luz. En paralelo camina la creación de un campus tecnológico en esta zona empresarial, similar a Silicon Valley.

Atadas han quedado las intenciones para rehabilitar viviendas en los barrios más vulnerables como Carrús, San Antón y Los Palmerales, con la captación de 15 millones en ayudas a los fondos europeos.

Los planes de empleo para mayores de 45 años, encaminados a insertar en el mercado laboral a los colectivos en riesgo de exclusión social o los parados de larga duración, han tenido su hueco en la ciudad sí como el Consejo de la Juventud para reactivar el empleo de los más jóvenes.

La transparencia ha sido otra de las áreas de las que presume el tripartito. Lo que está claro es que han cumplido con la promesa de crear un portal de la Transparencia, que a fin de cuentas han impulsado casi todos los municipios de la Comunidad Valenciana. Un espacio donde son públicos todos los gastos de los cargos públicos, todas las facturas que se registren en el Ayuntamiento, así como los procedimientos de contratación, empleo y cualquier decisión adoptada por parte de la Alcaldía.

También es cierto que el Ejecutivo ha creado un registro de regalos y de viajes y también expone públicamente los contratos menores que realiza el Ayuntamiento. Otra cosa es que los datos se actualicen periódicamente, ya que en muchos registros no consta todavía la información correspondiente a todo lo que va de 2017.

Respecto al Palmeral, uno de los máximos desafíos del mandato, el Ejecutivo local acaba de despejar la puesta en marcha del Instituto Tecnológico de la Palmera, para investigación sobre los cultivos in vitro y ha elaborado el mapa del picudo para controlar la plaga y frenar la tala de palmeras. Más despacio va la redacción del Plan Especial del Palmeral que está en vías de resolución. O la peatonalización de la Corredora, otro de los grandes proyectos prometidos, cuya redacción pretende estar finalizada este año y ejecutada el próximo.

Con calma

Sin embargo, no todo avanza al mismo ritmo en la ciudad de Elche y no todos los compromisos están tan encauzados como para ver la luz a corto plazo. Es el caso, por ejemplo, del compromiso de contar con dos ambulancias Samu durante los 365 días del año. Por ahora, esa segunda unidad para este verano está todavía en el aire, en vías de negociación con la Conselleria de Sanidad.

Tampoco ha terminado de gestarse el desbloqueo del parque industrial Porta d'Elx, una intención del PSOE, que depende de lo que ocurra con la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Sobre esto, un compromiso electoral marcado como prioridad en la campaña electoral de 2015 , el tripartito también se encuentra a medio camino. Otra piedra en el zapato para el equipo de gobierno es el proceso para tomar el control del transporte público a las pedanías, con el objetivo de mejorar la frecuencia, tal y como se comprometió Compromís.

Sin embargo, aquí también es la Generalitat la que tiene que desbloquear primero las concesiones.

La creación de un parque natural en el barrio ilicitano del Sector V, una promesa electoral del Partido de Elche, es otra de esas promesas cuyo horizonte está en el aire y de la que nada se sabe.