Las franquicias deshacen el camino emprendido en los peores años de la crisis y vuelven a apostar por el casco histórico de Elche como un enclave esencial dentro de sus estrategias de negocio. La fuga de grandes firmas del eje comercial comprendido entre Reina Victoria y la calle Corredora forma parte de un pasado que ha empezado a quedar atrás con la apertura de diez negocios franquiciados en los dos últimos años y medio, a los que se suma un traslado a la calle Hospital en busca de un local más grande y un mayor volumen de los beneficios.

El tiempo ha acabado dando la razón a los expertos que, en plena huida de este tipo de establecimientos, situaban el foco en el poco flujo de clientes como causa principal de un éxodo que, en el caso de las franquicias dedicadas a la venta de productos textiles, fue masivo. Los precios de los locales en el casco histórico apenas se han moderado y los alquileres, en función de su ubicación, llegan a alcanzar los 2.000 euros mensuales. Sin embargo, esas cantidades desorbitadas no han sido óbice para que hasta diez franquicias diferentes hayan apostado desde el año 2015 por abrir sus puertas en el casco histórico de la ciudad.

Paralelamente a la inversión de esta tendencia también se observa un cambio en el modelo de los negocios que han decidido establecerse en el centro neurálgico del municipio. Las grandes marcas que en su día decidieron bajar las persianas han mutado en pequeñas firmas en expansión que, en su mayoría, no guardan relación con la venta de prendas de vestir. El abanico de franquicias que se ha desplegado en el centro es mucho más diverso que entonces, abarcando negocios dispares que, en la mayoría de los casos, no guardan relación unos con otros.

Desde el 2015 han abierto sus puertas en el centro tres franquicias dedicadas a la venta de accesorios y complementos, otras tres enmarcadas dentro del negocio de la restauración -una hamburguesería, una heladería y una panadería-cafetería-, dos de textil, una de regalos, una tienda de una importante cadena de supermercados y una herboristería dedicada a la comercialización de todo tipo de productos ecológicos. Otro rasgo distintivo entre las franquicias que huyeron del centro y las que ahora lo abrazan con éxito es el tamaño de los locales, mucho más pequeños en la actualidad al estar orientados a negocios que necesitan menos superficie en planta que las grandes marcas de textil para exponer sus productos y resultar rentables.

Revitalización del consumo

La reactivación del consumo asoma como una de las causas fundamentales del regreso de las franquicias al punto de partida. Casi 10.000 ilicitanos han abandonado las listas del paro desde que la tasa de desempleo tocara techo en el municipio a finales de 2012 y, aunque el nivel adquisitivo no es el mismo que entonces, el hecho de que muchas familias vuelvan a contar con ingresos fijos ha revitalizado el comercio.

En este contexto, cabe destacar la apertura paralela de numerosos negocios no franquiciados por parte de pequeños y medianos empresarios, como si de un efecto llamada se tratara. «La apuesta por el centro tanto de las grandes marcas como de comerciantes particulares una vez que se ha reactivado el consumo es señal inequívoca del valor comercial del caso histórico», destaca al respecto el edil del área, Héctor Díez.