¿En qué punto llega al ecuador del mandato?

Yo comparo la ciudad hoy con cómo estaba el 13 de junio de 2015, y creo que está mejor hoy. Hemos pasado de un Gobierno en conflicto permanente, incluso con los propios, a un Gobierno que busca el entendimiento y trabaja para favorecer los acuerdos. Hemos pasado de un Gobierno monocolor fracturado a un Gobierno plural que garantiza la estabilidad y el desarrollo de las políticas. Hemos pasado de la irrelevancia política, provocada por el aislamiento respecto a la Generalitat y al Gobierno de España, causada por ese estado de enfrentamiento, a que volvamos a ocupar el lugar que nos corresponde.

Más allá de esa parte intangible, ¿falta proyecto de ciudad?

No, en este segundo año de mandato ya se percibe con nitidez que hay un proyecto de ciudad y hacia dónde está orientado. Hemos puesto en marcha una parte muy considerable de las medidas del acuerdo de gobierno de junio de 2015, y se irán finalizando a medida que vayamos avanzando. Además, es el mandato de intentar cerrar la brecha que ha provocado la crisis, ayudando a las personas y familias. En política social llevamos invertidos más de 15 millones. En concreto, en pobreza energética, ayuda para el pago de alquileres, y tenemos las ayudas de emergencia social. Luego, en empleo, hemos invertido con recursos propios y de la Generalitat 7,5 millones entre políticas de formación y de acceso al empleo.

Y, dejando al margen las políticas sociales, ¿está la gestión paralizada por falta de proyectos?

La parálisis es una etiqueta falsa y cómoda para la oposición. La única parálisis que hay en la ciudad es la de ideas de la oposición. Por una parte, hemos sido capaces de reactivar todos los proyectos paralizados en la Administración central y en la autonómica. El primer año de Gobierno no pudimos visitar ningún Ministerio. Una vez que se formó el Gobierno central, hemos desplegado una actividad muy intensa en Madrid. Tenemos el compromiso de la Generalitat de eliminar todos los barracones, y hemos conseguido que el Gobierno adopte la decisión más importante en esta ciudad en materia sanitaria: la rehabilitación del Hospital General, con diez millones de inversión. En el ámbito de las necesidades sociales, vamos a ceder suelo para una segunda residencia, y otra reivindicación es un centro para personas con discapacidad que sustituya al de Jubalcoy.

Pese a esas reuniones, la Ronda Sur parece lejos, para la llegada del AVE cada vez se da una fecha, y no tenemos ningún diputado. ¿Nos falta influencia en Madrid?

Deslindo lo que tiene que ver con tener representación en Madrid o no tenerla y ser capaz de llevar las necesidades de la ciudad a los ministerios. La actividad que se desplegó en los cuatro años anteriores yo la calificaría de inexistente y de ahí nuestra irrelevancia, y la actividad desplegada en el último año ha supuesto llevar fundamentalmente al Ministerio de Fomento las necesidades de la ciudad. En el AVE, hemos arrancado una fecha al Ministerio y creo que se va a cumplir. Hemos sido capaces de ponerlo sobre la mesa, de arrancar compromisos claros, y, a partir de ahí, de plantear algo tan importante como que la estación del AVE de Matola tiene que ser la estación de referencia del sur de la provincia. Al mismo tiempo, hemos llevado reivindicaciones que anteriormente no existían, como resolver las necesidades del Cercanías, una nueva estación en el Parque Empresarial, o la duplicación y electrificación de la vía, y su conexión con la Alta Velocidad. Llevábamos dos años con la declaración de impacto ambiental de la Ronda Sur paralizada y pedimos celeridad, y a los dos meses hemos tenido una respuesta. Algo tendrá que ver. Ahora hay que seguir insistiendo para que en los Presupuestos Generales del Estado de 2018 se incluya la segunda fase de la Ronda Sur.

Han pedido el regreso de la Dama. Sin embargo, salvo en 2006, se ha conseguido poco más. ¿Qué ha tenido y tiene esta reivindicación de cortina de humo?

Yo no sé cómo habrá utilizado el anterior equipo de gobierno la Dama de Elche. Para nosotros, forma parte de una reivindicación que conecta con el sentir de los ilicitanos, y forma parte de una reivindicación ligada al proyecto turístico y cultural de la ciudad. Cuando hablamos de la Dama, no estamos estableciendo el juego mezquino de intentar desviar la atención, lo que intentamos poner de relieve es que, cuando vino de la mano del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, fue un elemento dinamizador del turismo, y lo que queremos es conseguir el mismo efecto en este mandato, con una cesión temporal inicialmente, que es en lo que estamos trabajando con el Ministerio. De hecho, nos dijeron que se había abierto la puerta a una cesión temporal.

¿Y está preparada Elche para recibir a la Dama?

Estamos trabajando para que pueda estar de forma permanente en el medio plazo, aunque hay que impulsar cambios y actuaciones orientadas a ello. Estamos trabajando con la Conselleria y a nivel interno para tener un proyecto sólido, pero la ciudad está perfectamente preparada para acogerla de forma temporal. Su regreso forma parte de nuestro proyecto de ciudad.

Tras el informe de Cultura, ¿qué va a pasar a partir de ahora con el Mercado Central?

Ahora tenemos que pasar a la tercera fase de las excavaciones y esperar que se lleven a cabo con celeridad, y que la Conselleria emita posteriormente un informe que clarifique definitivamente la situación. Por tanto, hemos dado un paso adelante y falta la tercera etapa.

¿Habrá Mercado finalmente?

Lo dirán los informes técnicos. No hacemos quinielas.

Y, al menos, ¿tendremos resolución definitiva antes de que acabe el mandato?

La lógica indica que sí. Me atrevería a decir que mucho antes. Creo que se ha hecho la parte más difícil y compleja. Ahora queda una parte accesoria de las excavaciones, porque las fundamentales, las fases una y dos, ya están realizadas.

¿Ha traicionado el PSOE a alguna de las partes cuando en la campaña electoral mostró su apoyo público a los opositores al Mercado y luego asumió el proyecto del anterior equipo?

El sí o el no es demasiado simple para una situación tan compleja, porque, en realidad, entre la campaña electoral y el momento actual se han producido acontecimientos decisivos que han condicionado la posición del Partido Socialista. En campaña, había asuntos en los tribunales, y había una serie de presunciones que, posteriormente, se han ido resolviendo, y que han ido confirmado que el proyecto del Mercado Central tiene todas las bendiciones legales. Eso condiciona la posición de un partido y de un Gobierno. Por tanto, hemos tomado las decisiones más acordes al interés general de la ciudad, pese a la dificultad y los compromisos.

En cualquier caso, los informes de Tráfico, estudios o como quieran llamarlos no parece que respalden mucho el proyecto en un tema tan serio...

Es muy difícil llevar a cabo la construcción de un aparcamiento subterráneo en una zona sensible, y con una estructura viaria tan compleja como la de la Vila Murada. Eso ocasiona problemas de tráfico que se ponen de relieve en los informes, pero, pese a ello, eso no hace inviable el proyecto desde el punto de vista jurídico. En consecuencia, tenemos que tomar medidas para paliar los efectos del tráfico en la zona más sensible de la Vila Murada y en la zona de repercusión del tráfico, como desde la calle Àngel hacia la zona sur. De todos modos, hay otros cascos históricos en otras grandes ciudades en los que se producen problemas similares, y hay que fomentar una coexistencia entre la peatonalización del centro y el uso de aparcamientos, garantizando la seguridad de los peatones.

Tampoco en la Corredora han conseguido el consenso. ¿Qué va a pasar con esta cuestión?

Nuestro principal interés es que el proyecto de reurbanización y peatonalización de la Corredora y la Replaceta de les Barques esté finalizado en 2017, para que las obras empiecen en 2018. Estamos ante un proyecto que queremos que finalice y trabajarlo con el Consejo de Desarrollo Comercial y con los comerciantes del centro, una vez que tengamos el proyecto avanzado.

¿Puede haber marcha atrás?

¿Por qué habría de tener marcha atrás? Es un acuerdo de Gobierno, tenemos la convicción de que la peatonalización de la Corredora será un elemento que contribuirá a revitalizar el centro desde el punto de vista socioeconómico. Es una tendencia normal en las ciudades medias y grandes. Hay proyectos que inicialmente son controvertidos y discutidos, y éste es uno de ellos, pero con el paso del tiempo se demuestran sus efectos beneficiosos. Pasó en la calle Hospital y en Obispo Tormo.

Otro de los proyectos enquistados es el Hotel de Arenales, e incluso la empresa ya ha anunciado que se retira. ¿Se ha hecho todo lo que se podía hacer?

El hotel lo ha paralizado la Dirección General de Costas, que es el Gobierno de España, del Partido Popular. Hay quienes intentan hacer malabarismos con esto y responsabilizar al Gobierno municipal. Segunda cuestión: la paralización ha sido como consecuencia del incumplimiento por parte de la empresa promotora de las condiciones exigidas por el Ministerio de Medio Ambiente. Tercero: este expediente es complejo, pero yo creo que está teniendo una dilación insoportable que perjudica a Arenales y a la ciudad, y también a la empresa. Es intolerable el retraso de Costas a la hora de resolver el expediente. A partir de ahí, hay quienes lo intentan utilizar de forma torticera y partidista. Desde el Ayuntamiento sólo hemos forzado que se tomaran las decisiones más útiles posibles.

Estamos en 2017 y seguimos sin Plan Especial del Palmeral, pese a que la suspensión de licencias en los huertos quedó sin efecto hace cinco años. ¿Estará algún día?

Para nosotros es uno de los elementos más importantes en la gestión municipal. Estamos trabajando desde el primer momento y está muy avanzado. Nos fijamos que haya una aprobación inicial por parte del Ayuntamiento a principios de 2018. Es un asunto que ha estado enquistado una década. La Generalitat no aprobó el Plan Especial que presentó el Gobierno de Maciá en 2007 y, luego, el Gobierno de Soler.

¿Por dónde va ir?

Una de las directrices básicas es que en el medio y largo plazo la ciudad sea capaz de recuperar superficie perdida y espacio, que instalaciones públicas que hoy ocupan el Palmeral y han reducido superficie neta vuelvan a ser Palmeral público. Además, se va a congelar la edificación en el Palmeral.

¿Un acierto y un error en estos dos años?

Me quedo con tres grandes aciertos: la estrategia EDUSI, la apuesta decidida por el desarrollo industrial y la inversión en política social.

¿En qué han errado?

No sé si nos corresponde a nosotros hablar de nuestros errores, pero quizás hay que apuntar a los primeros meses convulsos, como consecuencia de un pacto de gobierno que no llegaba a funcionar en su primera edición.

¿Se arrastra algún hoy alguna consecuencia de aquella etapa?

Aquella etapa quedó cerrada y bien cerrada, con unas características totalmente distintas en las que hay hoy, con estabilidad, y relaciones muy fluidas entre los tres socios de gobierno. El error estuvo en aquella primera etapa de relaciones tan complejas.

¿Se arrepiente de haber firmado aquel primer pacto para llegar al Gobierno?

No, el error fue cómo vivimos esos primeros compases.

¿Las diferencias con Compromís en temas de calado como el Mercado pueden ir a más?

Somos partidos políticos distintos y hay elementos de la gestión municipal en los que tenemos posiciones diferenciadas, pero eso es perfectamente compatible con una gestión que dé respuesta a las necesidades de la ciudad y con una buena relación entre los miembros de gobierno. Es un Gobierno cohesionado, pese a que hay cuestiones en las que tenemos posiciones distintas. Nos cohesiona un proyecto de ciudad, y un programa de gobierno.

¿Cómo se explica que la Sindicatura o el Consell les hayan dado algún tirón de orejas en materia de transparencia cuando sacan pecho de ser tan transparentes?

Hemos dado un salto muy considerable. Hemos pasado en estos dos años de una situación de absoluta opacidad a otra con una gran transparencia. Hoy cualquier ciudadano puede tener acceso a información del Gobierno municipal, de los procedimientos administrativos, y hasta de los expedientes más complejos como el del Mercado. Es cierto que ha habido una discrepancia en la interpretación de la norma en un punto concreto, pero eso no representaba decir no damos, sino cuándo, como con el informe de tráfico.

¿La reaparición de Alejandro Soler puede acabar desgastando al grupo municipal socialista?

El grupo municipal socialista se encuentra unido, cohesionado, con un objetivo común, que es el máximo esfuerzo para seguir sacando adelante los proyectos del equipo de gobierno. Somos actores principales dentro del Gobierno, cumplimos un papel determinante en función de ello, estamos cohesionados, tenemos el mayor respaldo posible de nuestro partido y de la militancia, con independencia de los vaivenes derivados de procesos democráticos, y apoyan sin fisuras a un grupo municipal que ha sido capaz de recuperar el Gobierno, de construir una alternativa creíble y un Gobierno que funciona en coalición con otras fuerzas, y que da respuesta a los problemas de los ciudadanos. Eso blinda al grupo socialista frente a los procesos democráticos internos que se han producido y se pueden producir.

¿Falta autocrítica en el Gobierno municipal?

Yo puedo hablar por el grupo socialista. El grupo socialista es autoexigente y autocrítico. Estamos en un estado permanente de tensión, exigiéndonos que avance a la mayor velocidad posible la maquinaria municipal para lograr los objetivos que nos hemos marcado. Entiendo, además, que nuestros socios también lo son.