El economista Manuel Bermejo advirtió ayer en Elche de que, si las empresas familiares de la Comunidad Valenciana tienen problemas con el impuesto de sucesiones, acabarán buscando otro emplazamiento. Así se manifestó el experto que ha elaborado el informe sobre la gobernanza de las empresas familiares a la hora de valorar la eliminación de la bonificación fiscal que va a llevar a cabo el Consell en contra de lo que quieren los empresarios. Para Bermejo la sucesión empresarial «es un problema táctico de un momento. Y al final, por desgracia, si aquí el impuesto de sucesiones es un problema la gente se irá a otro sitio a resolverlo, donde le atiendan mejor, es ley de vida».

El experto en emprendimiento apuntó que «Alicante es una de las provincias que destaca por su carácter emprendedor. Es la cuna de muchos sectores como el calzado, el juguete y el turrón. Contamos con muchos ejemplos empresariales».

A la hora de competir, Manuel Bermejo dijo que «un país como España, donde es difícil que compitamos por coste, tenemos que ir a modelos de valor añadido, incluso en el mundo hotelero o inmobiliario. Hay que ser innovadores para aportar valor».

El economista puso en valor el carácter emprendedor de las empresas familiares y llegó a decir que «no conozco mejores emprendedores que los de las empresas familiares».

A la vez se mostró partidario de trabajar para engrandecer las empresas actuales, y aseguró que «es más fácil ayudar a tener mil nuevas multinacionales que convencer a un millón de parados para que pongan en marcha una empresa».

Manuel Bermejo indicó que «los emprendimientos más exitosos son los que se le ocurren a una persona que conoce a fondo una industria. Hay que creer en la oportunidad que desarrolla gente que conoce a fondo algo».

Entre los errores más frecuentes que suelen cometer los emprendedores, el experto apuntó que «el error que más se repite entre los emprendedores es el enamoramiento excesivo de la idea. Uno se enamora tanto de la idea que crea un mundo ficticio en el que el proyecto encaja fenomenal. El error está en la ausencia de un conocimiento real y exhaustivo».

Además, añadió que «otro problema se encuentran las empresas que no calculan bien el músculo necesario para arrancar, y ante el mínimo inconveniente se quedan sin fondos».