El Clot de Galvany es uno de esos puntos estratégicos que también forma parte de la historia de la Guerra Civil. La huella que dejó la contienda en Elche en este paraje natural tiene que ver con los sistemas defensivos y la vigilancia antiaérea.El espacio protegido conserva un búnker central rodeado de agua. Otro, destinado a la defensa terrestre, tiene una entrada oculta en medio de la vegetación y un largo pasillo de acceso hasta las troneras, esas pequeñas ventanas localizadas en la cúpula.El tercero, situado a los pies del cabezo, está asociado a unas trincheras y tiene una zona aplanada en la parte superior externa que estaba preparada para cañones ligeros antiaéreos.

Finalmente, al lado de un mirador de madera existe otro búnker que está orientado hacia el acceso a la depresión del Clot desde el mar. En este caso, el Ayuntamiento sí que ha manifestado su intención de poner en valor esos vestigios de la Guerra Civil como elementos de interés turístico. Y es que, desde el tripartito han llegado a admitir que uno de los búnkeres del Clot de Galvany está catalogado como único, por lo que quieren buscar mecanismos para su protección.