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«Si la Dama estuviera en Elche, el ilicitano no tendría tanta devoción por ella»

La presentación de su libro «Los Íberos» vuelve a poner de relieve su voz autorizada

«Si la Dama estuviera en Elche, el ilicitano no tendría tanta devoción por ella»

A eso de los veinte años, su padre, el reconocido arqueólogo Alejandro Ramos Folqués, le puso en la tesitura de elegir entre la guitarra clásica y la carrera de Historia, dos disciplinas que se le daban de maravilla. «Me rompió los esquemas porque me dijo que a él le gustaban los dos caminos por igual pero yo supe que, en el fondo, quería que mantuviera su proyecto del yacimiento de La Alcudia», reseña Rafael Ramos, al que le pudo el sentimiento de buen hijo y no se lo pensó. Una decisión que más de cuarenta años después agradece, ya que no solo cambió su vida sino la historia cultural de una ciudad que puede presumir de contar con un museo reconocido por Europa y con un yacimiento de La Alcudia, que no está excavado ni al 10% y del que pueden salir figuras tan valiosas como la Dama de Elche.

El miércoles, a las 20 horas, presenta en la librería Ali i Truc «Los Íberos. Imágenes y mitos de Iberia». Un legado histórico para los ilicitanos con algo más de «rock and roll» que los que escribieron, en su tiempo, tanto su padre como Pedro Ibarra.

Quizá es algo más divulgativo pero, en definitiva, recoge una línea de investigación que he mantenido durante 40 años sobre el pensamiento del mundo antiguo, y en concreto de los íberos. Datos que he ido descubriendo a través de los textos antiguos y de las imágenes, que en definitiva son pictogramas que nos cuentan muchas cosas de nuestra historia. Solo hay que fijarse y eso es algo que ya no se hace. La gente entra en las basílicas y no tiene ni idea de qué significan todos esos santos. Se está perdiendo la memoria y es preocupante. Rock and roll hay en mi libro porque la cultura canalla existe desde el principio de los tiempos. Los íberos, para ver los misterios y a la diosas brotando de la tierra, tenían que tomar buenas dosis de LSD. Y en las orgías de Dionisio había que llegar al éxtasis a través del placer, y para ello también se ayudaban de algún que otro estupefaciente de la época.

¿Han perdido los ilicitanos cosas buenas de sus antepasados los íberos?

Pues algunas sí. Los íberos hacían mucha vida en la calle. De hecho, en los restos de sus viviendas, es muy difícil diferenciar entre las ventanas y las puertas, porque todo daba al exterior. Aquella gente pasaba las noches de luna llena bailando bajo las estrellas. El problema es que llegaron los romanos, con una fuente importante de esclavos, y cerraron las casas a cal y canto. Después hay otro aspecto curioso. En esta zona la gente no dice que es alicantina. El que es de Elche es de Elche. Puede que eso provenga de las ciudades estado independientes, que no eran capaces de unirse para combatir a un enemigo común.

Lo que también hemos perdido de los íberos es la Dama de Elche

A mí, por supuesto, me encantaría que estuviera en Elche y si la hubiera descubierto mi padre después de 1935 puedo asegurar que así sería. Se expondría en el MAHE, estaría considerada la mejor escultura de la antigüedad española y punto. Y digo «y punto» por lo siguiente. El éxito de esta pieza siempre se lo han dado sus escándalos. No solo el que se genera con el Ejecutivo central ahora. Esto viene desde cuando la sacaron de Francia y el propio gobierno del país vecino nos acusó de chantaje y creó una ley sobre exportación de antigüedades para que no volviera a ocurrirle algo parecido. La Dama, bajo mi punto de vista, tiene esa gran fama social porque no se encuentra en Elche. Si el busto estuviera en el MAHE, el ilicitano no tendría esa devoción de la que alardea por una escultura que no conoce. Que ni siquiera sabe cómo es su rostro realmente. En el Museo Arqueológico Alejandro Ramos Folqués hay una Venus que precisamente encontró mi padre, que es una maravilla del arte romano. Yo que he pasado cientos de horas en sus salas, he visto a muchísimos ilicitanos mirarla solo de reojo. Seguro que si la vendemos y la traemos de vez en cuando, se generan colas para contemplarla.

Y entonces, ¿usted qué propone al respecto?

Lo primero que pienso es que es inviable que nos la devuelvan, porque si sale del Museo Arqueológico Nacional (MAN), detrás también sale la Dama de Baza, el Cerro de los Santos de Albacete... Se quedaría el MAN con los restos del Valle de Manzanares y poco más. Lo lógico sería gestionar con el Ministerio un convenio para que nos haga cesiones temporales.

Es curioso que con tanto revuelo político en torno a la Dama, ahora que están excavando en La Alcudia la zona donde se encontró, no haya ido ninguno de estos representantes municipales a visitar oficialmente los trabajos. ¿Considera que hay falta de interés por parte del Ayuntamiento?

Es algo que ha pasado siempre. Estamos acostumbrados.

¿Y por qué esa desconexión?

Bueno, conexión hay porque el Consistorio es vicepresidente de la Fundación. Lo que debería saber es plasmar mejor su interés, sobre todo a la hora de materializarlo. Algo que implica deberes. Pero eso es algo que depende de las personas, más allá de su rol político. Por ejemplo, en Alicante, el museo provincial lo tenían en los bajos de la Diputación y llegó un diputado de Cultura, que se llamaba Miguel Valor, y puso su mirada en el antiguo Hospital Provincial, que estaba vacío. Valor se empeñó en montar allí lo que a día de hoy se conoce como el MARQ. Cuando hablamos de cultura, hace falta ese paso, ese empeño, esa gota...

Usted que en 1979 luchó porque se modificara el PGOU

Lo del proyecto del nuevo Mercado Central no tiene ningún sentido. Si el actual está viejo y hay que derribarlo, pues no queda otra. Pero la idea de generar un tránsito de vehículos por allí cuando por otro lado pretenden peatonalizar más el centro, cerrando al tráfico la Corredora, es una contradicción total. Pero creo que la batalla no se está enfocando muy bien. Aquí lo que deben primar son los argumentos sociales y no tanto los políticos y ni siquiera los arqueológicos. Desgraciadamente, cuando construyeron este último mercado, se rebajó el suelo un metro con cincuenta. Por lo tanto, si allí debajo se encontraban restos del asentamiento musulmán, prácticamente habrán desaparecido. Quizá alrededor sí hay, pero como en todo Elche. Lo que habría que hacer es preguntarle a la gente, a la masa social, qué es lo que quiere y reflotar de una vez un punto de la ciudad que da pena verlo.

¿No debería de disponer Elche, una localidad con tanta historia, de un arqueólogo municipal?

Nunca lo hubo, que yo recuerde. No sé las horas que me he dedicado a prospectar fincas o inmuebles. Lo hice sin que fuera mi obligación, simplemente porque creía que era algo que me tocaba a nivel moral. Las excavaciones en estas tierras se han realizado, sobre todo, por amor al arte. Se descubrió la Dama y parece que ya estaba todo hecho.

¿Entiendo que estará feliz con el plan de excavaciones que se ha iniciado en La Alcudia?

Por supuesto que sí. De alguna manera se ha retomado el espíritu con el que se creó la Fundación hace más de dos décadas. En este caso es de agradecer el apoyo municipal, que ha pagado a los peones. La Alcudia está prácticamente sin explorar. Salvo la intervención de Pedro Ibarra, y lo que hizo mi familia, el resto de lo que se ha removido parte de prácticas clandestinas e intentos de expolios. Solo conocemos una décima parte de lo que existe ahí abajo.

Actualmente desempeña su papel en el MAHE Miguel Pérez, ¿qué opinión le merece?

Desde mi punto de vista tenemos un buenísimo profesional. Un excelente alumno de un compañero mío en la Universidad de Alicante. Lo que pasa es que lo tienen agobiado porque, además del MAHE, le han encargado que gestione el resto de museos. Un centro como el Arqueológico sin excavaciones está muerto. Lo importante, realmente, es lo que no se ve. Todos los trabajos de investigación que hay que hacer en la trastienda, la asistencia a congresos para estar al día... Elche ha sido dos veces sede de congresos nacionales de arqueología, algo de lo que solo puede presumir nuestro municipio y Madrid. El Ayuntamiento debería liberar a Miguel de tantas funciones y dejarlo que se centre en el MAHE. Porque al final, el espacio expositivo es solo la punta del iceberg. Necesita un proyecto.

¿Todavía mira hacia algún enclave de Elche con ganas de volver a clavar la pala?

Para mí la zona del Parque Municipal es riquísima arqueológicamente. Se da la confluencia entre la vía Augusta y la vía Lucentina. Allí encontramos la escultura de las Esfinges de Elche. Además, es un lugar llenó de recuerdos, ya que comencé una excavación con mi padre, la continué yo solo y la finalicé con mi hijo.

Y a su hijo Alejandro, nuevo director de la Fundación Alcudia. ¿qué consejo le ha dado?

Muy sencillo. Dos cosas: que excave y pelee por el yacimiento.

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