La evolución tecnológica también puede contribuir a mejorar la logística en el sector del calzado, además de ofrecer más información al consumidor final sobre el producto que llega a sus manos, y servir como herramienta para luchar contra las falsificaciones. Todo esto depende de que las empresas implanten la etiqueta inteligente, conocida en el mercado como RFID, que, según los expertos, puede suponer una verdadera revolución en el sector.

Para adoptar este sistema en España, el sector se fijó ayer el modelo italiano, a través de la visión que aportaron los especialistas informáticos que están implantando la etiqueta inteligente en un segmento de la moda y el calzado italiano, que en este camino lleva algo de ventaja al made in Spain. Lorenzo Azzai, de Kyklos Group, apuntó que «en España este sistema se está utilizando poco, y puede ser muy beneficioso para todas las marcas, sean de gama alta o baja». Este experto italiano es uno de los que se dieron cita ayer en Calzatic, el encuentro organizado por la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Clavei y FEPICA, para afrontar la incorporación de los avances tecnológicos en el sector zapatero.

Uno de los avances más importantes para los fabricantes es que este nuevo sistema de etiquetado permite detectar la aparición de falsificaciones. Esto se debe a que las etiquetas inteligentes pueden contar con todo tipo de información que se introduce en el punto de fabricación.

Con estas etiquetas, se puede saber dónde ha sido fabricado un producto concreto, y sus características, lo que, además de aportar más información al consumidor, posibilita la detección de partidas de dudosa procedencia en cualquier mercado.

La etiqueta inteligente también se presenta como una herramienta para mejorar los procesos de la industria, la logística y el retail 4.0. Lluís Bueno, de NextPoints RFID, apuntó que «el uso del RFID en el etiquetado del producto permite mejorar la trazabilidad completa del producto, optimizar el proceso productivo y aportar mayor visibilidad a la cadena de suministro».

Hacer el inventario de una tienda en diez minutos, o registrar todo el contenido de setenta palés con un simple gesto, son solo algunos de los avances que se puede obtener con este sistema que, por otro lado, cada vez resulta más asequible económicamente. Si hace unos años el coste de cada etiqueta superaba los dos euros, ahora su precio es de unos quince céntimos, lo que hace más rentable su incorporación.

No obstante, para que esta tecnología funcione y sea útil, es necesario que todas las empresas la adopten de forma estandarizada, ofreciendo los mismos datos.

Lluís Bueno apuntó que «este sistema evita errores humanos y aporta visibilidad a la cadena de producción». Y es que el fabricante puede saber en todo momento en qué fase de la distribución se encuentra el producto.

En la actualidad, la mayoría de empresas hacen uso de códigos de barras y lectores, pero ya existen estándares en etiquetas inteligentes, que han empezado a ser utilizados en grandes superficies del retail.

La presidenta de Avecal, Marian Cano, destacó que «nuestra obligación como asociación es potenciar este tipo de foros, en los que se trabaja para afrontar uno de nuestros grandes retos que es acercar la industria 4.0 a nuestras empresas de calzado y mejorar así su competitividad».