Parafraseando al reconocido arquitecto y urbanista catalán Manuel Ribas Piera, Gaspar Jaén nos explica que una ciudad no es solamente una idea, ni una imagen, sino también el teatro de la vida social, de la cual tiene la exclusiva y es el objeto físico que la contiene. Esta reflexión se recoge al principio de su libro «Formación de una ciudad moderna de tamaño mediano: Elche, 1740-1962. Del puente y el arrabal de Santa Teresa al Plan General de Ordenación Urbana», que acaban de publicar el Ayuntamiento de Elche y la Universidad de Alicante (UA), donde trabaja como profesor e investigador en la Escuela Politécnica Superior.

Un volumen que con sus 732 páginas se convierte en la mayor enciclopedia jamás escrita sobre la historia urbana de la ciudad de Elche que, de alguna manera, es hija de «La ciudad de Elche» publicada por Vicente Gozálvez Pérez en 1976, nieta de «Historia de Elche» firmada por Alejandro Ramos Folqués en 1970 y biznieta de «Historia de Elche» (1895) de Pedro Ibarra. «Este libro ha comido mucha mantequilla y ha bebido mucha leche, y me ha salido un niño muy gordo, como si fuera holandés», indica .

O más bien, lo que realmente ha engendrado Gaspar Jaén durante más de treinta años de árduo y minucioso trabajo, es la descripción de los episodios urbanos más importantes acontecidos en Elche durante los siglos XVIII, XIX y XX. Desde el impacto de la Europa ilustrada y una burguesía con cada vez más peso, a las trasformaciones urbanas derivadas del impulso de la industria zapatera a partir del final del XIX. Momentos históricos analizados y discutidos.

Y es que no se trata de un libro didáctico sino que, sobre todo, está orientado al mundo de la investigación, con fuentes de primerísima mano desconocidas hasta ahora sobre un periodo que abarca 222 años y que, según el autor, fue determinante para la configuración de la ciudad moderna. «En esos más de dos siglos Elche sufrió cambios radicales. Su extensión superficial se multiplicó entre 10 y 20 , y tanto su demografía como el volumen construido por 50. De no haber ninguna arquitectura emergente, se generaron muchísimas de ellas y se inició una esquilmación de los huertos agrícolas y de palmeras, hasta situarlos al borde de la desaparición», detalla este doctor en Arquitectura por la Universitat de València que, de hecho, partió de su tesis doctoral para establecer las bases de esta aportación a la cultura tanto local como occidental.

Pero, ¿cuáles fueron esos momentos clave que, según Gaspar Jaén, propiciaron toda esta evolución? El dramatismo, como pasa en buena parte de la historia, carga el argumento de dos de ellos. Por un lado, la conocida Guerra del Francés o de la Independencia, en España vino precedida de una gran epidemia de fiebre amarilla que, sumada a la devastación bélica, generó el episodio más grave de despoblamiento y miseria en Elche. Durante la Guerra Civil también se escribieron, con fuego y sangre, varios capítulos cruciales en la conformación de la urbe ilicitana, sobre todo a causa de las destrucciones de monumentos en febrero de 1936, a continuación de la victoria del Frente Popular. Así, se arrasaron por completo las tres grandes iglesias de Elche: el Salvador, La Merced nueva y San Juan, además de numerosos palacios y casas nobles donde estaban instaladas organizaciones de derechas.

Aunque Gaspar Jaén recalca que no es un libro que deje mucho espacio para el anecdotario, que suele alimentar el interés popular, sí que recoge algunos llamativos fenómenos que caminaron en paralelo a las grandes transformaciones como la creación de la academia de dibujo en el siglo XIX por el Marqués de Diezma, símbolo significativo de un Elche Ilustrado. U otros más relevantes como cuando se acabó de construir la basílica de Santa María en 1784.

Incluso, aspectos más contemporáneos como la planificación y el dibujo de los grandes barrios de Poniente, Carrús y Altabix. «El PGOU de 1962 fue también un elemento de cambio importantísimo, ya que convirtió las viviendas bajas del XIX en edificios de entre 6 y 8 pisos o más», incide este experto en escena urbana.

Gaspar Jaén ha redactado este interminable compendio de datos, reflexiones, archivos y planos basándose también en trabajos de otros universitarios que le han precedido. «Si no fuera por ellos esto hubiera sido imposible», confiesa Gaspar Jaén, teniendo claro que «por muy académico que sea este extensísimo texto, hasta el más analfabeto de la tribu, no dejará de reconocer que es un trabajo que aporta un conocimiento tremendo de la ciudad». El próximo miércoles, a las 20 horas, lo presentará en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento, junto al alcalde de Elche, Carlos González, el rector de la UA, Manuel Palomar, el catedrático de Geografía de la UA, Vicente Gozálvez, y el exalcalde y el doctor Manuel Rodríguez.

Todo una vida de estudio

Gaspar Jaén lleva toda su vida profesional con la mirada puesta en la ciudad en la que se despierta cada mañana. Cuando todavía era estudiante, en 1974 redactó un primer artículo sobre urbanismo ilicitano, que publicó en la revista Festa d'Elig. En 1977, ya finalizada la carrera de Arquitectura, comenzó a estudiar en profundidad el territorio ilicitano. No obstante, tampoco ha dejado de analizar otras grandes ciudades como Nueva York, como se puede ver en un libro publicado recientemente de fotos y apuntes, u otras capitales de Europa. «Esta nueva obra tiene vocación internacional. Recupera la esencia, entre otras, de colecciones realizadas sobre ciudades italianas. Y es que Elche puede presumir de ser una ciudad significativa en el viejo continente», dice.