Que los propietarios del hotel de Arenales hayan formulado ya al Ministerio su petición para el rescate de la concesión ha caído como un jarro de agua fría en la pedanía costera. El abandono de ese intento por rehabilitar el inmueble ha encendido a los vecinos contra el equipo de gobierno y también a la oposición. Mientras, ante ese paso atrás que ha terminado dando la mercantil, el Ayuntamiento ha defendido su gestión para tratar de que durante el último año la Dirección General de Costas, la entidad competente en todo el procedimiento, manifestara con la máxima rapidez posible una resolución después de que paralizaran las obras.

Reproches como que el Ejecutivo local «tendría que haber velado por la consecución de un proyecto tan importante para la economía de la ciudad hace un año» fueron lanzados desde la Asociación de Vecinos de Arenales del Sol. Este colectivo habló de la «incapacidad» del equipo de gobierno, algo que también fue compartido por el alcalde pedáneo, Alejandro García. El representante vecinal echó en falta que «el Ayuntamiento hubiera hecho algo más por mantener el proyecto del antiguo hotel, al considerar que dinamizaría la zona y que crearía puestos de trabajo».

Mientras, desde la oposición, Ciudadanos arremetió de nuevo contra los dirigentes municipales y les achacó la «mala gestión» a la hora de sacar adelante un proyecto paralizado como el del hotel, al tiempo que lo comparó con el estado de estancamiento del Mercado Central.

El portavoz de la formación naranja, David Caballero, también recriminó la «falta de sintonía y de diálogo entre el PSOE y Compromís» para resolver problemas de este tipo, en los que el consenso sobre el desarrollo del proyecto nunca ha sido su fuerte.

Por su parte, los populares, que mostraron su indignación con el equipo de gobierno a través de las redes sociales, emplazaron a una rueda de prensa el próximo lunes para analizar la paralización del proyecto públicamente. No quisieron hacer ningún tipo de declaración a este periódico.

Frente a esta lluvia de quejas, el equipo de gobierno lamentó la decisión de la firma propietaria del hotel, pero también recordó que el Ayuntamiento, al fin y al cabo, no ha tenido competencias directas en todo el proceso.

Al mismo tiempo, el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, hizo alusión a la premisa de que «las leyes están para cumplirlas». El edil socialista se refirió a la decisión que tomó hace un año la propietaria para hacer derribos, cuando solo tenía licencia para la rehabilitación.

Ante la posibilidad de que la firma reclame indemnizaciones al Consistorio, el tripartito dejó claro que se opondrá al considerar que «la empresa no ha hecho lo que tenía que hacer y así lo demuestra esa multa que recibió de 80.000 euros por la demolición».

Por lo pronto, el Ejecutivo confía en que antes del verano la parte antigua se derribe por seguridad.