? El director del grupo Neuroingenería Biomédica, Eduardo Fernández, explica que «ya existen implantes a nivel de retina pero solo pueden ayudar a un 2,5% de los casos de ceguera, puesto que, en cuanto la degeneración afecta a otros órganos como el nervio óptico, dejan de servir. Con este sistema podríamos atender al resto. Eso sí, siempre que hayan tenido de capacidad visual en algún momento de su vida. Si no sería complicado, ya que los cerebros de personas con ceguera de nacimiento carecen de referencias para configurar una imagen», determina el científico. Aunque lo que subraya con rotundidad es que, de momento, las esperanzas de los invidentes deben depositarse en los programas de la ONCE. «La ciencia, por desgracia, necesita sus tiempos», dice