La firma del hotel de Arenales ha dado ya el que podría ser uno de los pasos definitivos para tirar la toalla con la rehabilitación del edificio, justo cuando se cumple un año desde que se paralizaron las obras. La propiedad del complejo ha solicitado ya al Ministerio de Medio Ambiente que ejecute el rescate de la concesión, algo con lo que venían amagando en los últimos meses ante la improbabilidad de que algún día pudieran volver a recuperar ese proyecto estancado una vez más.

Propietarios del grupo Princesol confirmaron que han entregado ya la documentación en Madrid, lo que supondría el final definitivo para devolver a la vida el antiguo hotel, en el que la empresa preveía invertir entre 8 y 11 millones de euros .

Tras ese bloqueo en el tiempo, la mercantil ha realizado ya la tramitación para reclamar las indemnizaciones económicas a las administraciones públicas por el lucro cesante y por todo el dinero que invirtieron en un proyecto que han acabado perdiendo. Por el momento, desde la firma precisaron que ese desembolso que exigirán está en estudio todavía y que, al fin y al cabo, la cuantía final tendrá que ser resuelta por un juez, tal y como auguran desde la mercantil.

No en vano, a la reparación económica por esos casi doce meses que llevan estancadas las obras, habría que sumar la indemnización que la firma pretende reclamar por daños y perjuicios. En este sentido, consideran que se han visto afectados durante prácticamente quince años de parálisis judicial y administrativa, antes de que obtuvieran el permiso para rehabilitar el hotel.

Ahora, después de soportar un impás de tiempo que venía siendo ya insostenible para los propietarios, afirman, la firma del hotel no ha tenido más remedio que acabar dando carpetazo a la rehabilitación. La propiedad, tal y como ya precisó con anterioridad, adquirió el complejo hotelero antes del deslinde de Costas y el Ministerio acabó otorgando una concesión. Pero este no es el único movimiento de ficha que ha dado recientemente Princesol. Esta misma semana, la empresa ha puesto en manos del Ayuntamiento la documentación que le había sido requerida para derribar la parte vieja del hotel.

Tal y como precisaron fuentes cercanas a la empresa, se ha procedido a la entrega de las descripciones sobre cómo efectuarán la demolición y cómo repararán el socavón que se generó por las intensas lluvias de invierno en una calle anexa. Ahora, será el Ejecutivo local el que tendrá que estudiar todo ese material para conceder la licencia de obra. Una revisión que, según la firma, ya ha realizado la Dirección General de Costas y ya ha obtenido el visto bueno.

De esta manera, la intención de los propietarios es que, antes del verano, todo el edificio antiguo se pueda tirar abajo por motivos de seguridad para los viandantes, de manera que solo quedaría en pie la estructura nueva que comenzó a levantar la firma cuando inició la rehabilitación. La continuidad de esa infraestructura que se generó depende de lo que decida Costas en su expediente.

En diciembre de 2015, la firma Princesol iniciaba el proceso para devolver a la vida un hotel que había estado cerrado desde el año 1979. Sin embargo, a los seis meses de comenzar con la recuperación del inmueble, Costas acabó abriendo un expediente sancionador y decidió paralizar las obras. Las denuncias presentadas por la Asociación de Consumidores y Usuarios y de un funcionario del Ayuntamiento, Marcos Sánchez Adsuar, fueron el detonante.

El argumento del Gobierno central fue que, durante los trabajos, se procedió a la demolición de determinadas partes del edificio, pese a que la autorización era única y exclusivamente para la rehabilitación. Frente a ello, la firma alegó que esos derribos parciales que había llevado a cabo respondieron estrictamente a cuestiones de seguridad y que se retiraron los muros de carga de ladrillo, así como los pilares de uralita en los que se apoyaba el edificio, por ese mismo motivo.