El incendio que se registró hace hoy una semana en una nave donde se trabajaba el caucho para el calzado, localizada en un polígono industrial de Santa Pola, continúa latente. Pequeños rescoldos han obligado a los bomberos a desplazarse casi a diario hasta la fábrica para apagar algunas llamas que se reavivan. De hecho, sobre las tres y media de la madrugada del domingo al lunes, varios efectivos tuvieron que retornar a la calle Fontaneros del polígono industrial IN 2 para sofocar un fuego que persistía bajo algunos escombros o planchas metálicas.

Y es que, según fuentes del Parque Comarcal de Bomberos, es relativamente normal que las llamas vuelvan a cobrar vida en algunas zonas donde persisten altas temperaturas, pese a que los efectivos han venido realizando continuas labores de refresco.

Cada cierto tiempo vuelve a salir un poco de humo y los trabajadores de la zona avisan a los bomberos por temor a males mayores. Una vez en el lugar, los efectivos se pueden encontrar desde algún rincón donde había combustible y éste sigue prendiendo, hasta caucho muy caliente que continúa ardiendo en su interior, o bien que bajo algunas planchas metálicas sobreviven algunos elementos que vuelven a prender.

Durante la madrugada del domingo, los bomberos emplearon espuma seca, al tiempo que no descartan que tengan que retornar, ya que de momento no deben acceder al interior de la nave.

Los efectivos no pueden entrar a la fábrica calcinada ya que algunas paredes continúan en pie, pero tienen riesgo de desplome, por lo que, por razones de seguridad, está prohibido el acceso.

En este sentido, el perímetro continúa vallado y se está a la espera de que se desplace al lugar maquinaria pesada para el derribo completo de la fábrica perteneciente a una empresa que elabora plantillas de caucho para el calzado y que cuenta con otras naves en esa misma calle. De hecho, la firma tiene en construcción muy cerca una nueva.

El incendio de esta nave provocó una gigantesca nube de humo negro, alimentado por el caucho, visible a varias decenas de kilómetros, lo que generó una gran preocupación inicialmente. Solo un trabajador tuvo que ser atendido al inhalar humo.