El número de solicitudes de adopción de niños entre las familias alicantinas ha caído un 66% en los últimos cinco años, debido a la crisis económica y al endurecimiento de leyes en la comunidad internacional para llevar a cabo esas adopciones. Así lo muestran los datos de la Conselleria de Igualdad. De las 258 peticiones que registró la Dirección Territorial de la provincia en 2011, en el último año se han recogido solo 88, en una caída que ha sido constante año tras año. Precisamente debido a la complejidad que supone el proceso en el ámbito internacional, el descenso ha sido mucho mayor en este área, que ha llegado hasta un 84,15% con respecto a 2011. Mientras tanto, en el ámbito nacional, las cifras han caído un 54,15%.
Desde una de las asociaciones que prestan ayudas a las familias interesadas durante todo el proceso de adopción señalan que esta pérdida de interés de los alicantinos en iniciar este proceso tiene «mucho que ver con la incertidumbre económica, la inestabilidad laboral y la preocupación por iniciar un proceso largo, costoso y que este finalmente no pueda llevarse a cabo debido precisamente a estas situaciones». A esto se suma la complejidad del proceso a nivel internacional, ya que «cada país tiene una normas y a la hora de iniciar el proceso hay que decantarse por uno u otro». Tradicionalmente, las familias optaban por niños de Etiopía, Colombia o Rusia, pero los últimos años países como Vietnam llevan la delantera, al ser más fácil los trámites burocráticos.
Una de las familias que logró completar la solicitud hace algunos años señala que «hay que pensárselo mucho antes de comenzar, el proceso es largo, laborioso y caro. Yo hice hasta tres viajes al país de donde me traje a mi hijo -en latinoamérica-. Hoy en día es lo mejor que tengo en mi vida, pero la gente a raíz de mi caso me ha pedido ayuda y los que quieren intentarlo se encuentran con largas esperas, que se demoran durante años, y desmoraliza».
Esta situación también se refleja en el número de adopciones constituidas en los últimos años. Si bien el dato no puede compararse temporalmente con el de solicitudes, precisamente por el largo tiempo que discurre desde la solicitud hasta la formalización, las estadísticas sí sirven para constatar que ese endurecimiento de las políticas internacional ha imposibilitado la llegada de niños de estos países. De esta forma, el número de adopciones constituidas también ha caído un 85% en los últimos cinco años, pasando de las 202 realizadas en 2011 a las 30 de 2016.
Avances
Otra de las circunstancias que han influido en este descenso es la búsqueda de otros métodos para aquellas parejas que quieren formar una familia y no pueden tener hijos. El avance de las técnicas reproductivas, el abaratamiento de los tratamientos y la mayor accesibilidad a los mismos «hacen que la adopción sea el último recurso, mientras que antes estos tratamientos eran para muchos inalcanzables y la adopción era la única vía a la que podían recurrir», señalan desde la asociación que atiende a estas familias.
Por último, también cabe destacar que «los datos generales de población apuntan a un descenso cada vez mayor de la natalidad. Es decir, las parejas cada vez tienen menos hijos, alargan más la edad a la que formar una familia y eso también influye mucho». De nuevo nos encontramos con ese cambio social «debido a la crisis que padecemos ya desde hace casi 10 años. Todo va en cadena. No hay trabajo, sin trabajo no hay dinero, sin dinero los jóvenes no se van de casa y, en consecuencia, no forman una familia».
Desde la Dirección Territorial en materia de Bienestar Social e Igualdad de Alicante declinaron valorar estos resultados, aunque sí constatan ese descenso en cuanto a solicitudes y a parejas que simplemente acuden a pedir información a la Conselleria.
Los datos, lejos de recuperarse, parece que van cada vez a menos, «aunque también es verdad que, por suerte, cada vez hay menos niños que necesitan de una familia, gracias a las políticas de acogimiento -que a diferencia de la adopción, es temporal- y al trabajo en la reestructuración del núcleo familiar».
