Que en Elche haya más perros censados que habitantes en El Altet es toda una realidad, por muy paradójica que parezca. Según el censo municipal de en toda la localidad hay 6.071 canes inscritos, cuando en la pedanía ilicitana hay una población de algo más de 5.300 habitantes.

Con estas cifras, la ciudad ha terminado por adaptarse a esa «fiebre» por las mascotas y esa demanda social por contar con un mayor número de servicios para sus amigos «peludos».

Sin ir más lejos, prácticamente en todos los barrios de Elche, los comercios se han sumado a la moda de los «párkings para perros», unas simpáticas placas con las que clientes pueden dejar atadas a sus mascotas en la puerta de los establecimientos. Basta con sujetar la correa en una anilla.

«Antes teníamos que atarlos en las farolas de la acera de enfrente o en la puerta de la tienda, donde muchas veces causaba molestias a la gente que entraba o salía», confiesa Andrea Martínez, la dueña de un bodeguero andaluz que se disponía a entrar a comprar en un supermercado del centro. Como ella, otro joven con mascota, Alejandro Pérez, aplaude la iniciativa y apunta que «de esta forma se les da más facilidades a la gente que pasea con sus perros y que de repente necesita entrar a algún establecimiento a comprar algo».

Y es que detrás de esas ventajas para los amantes de los animales también está el interés de los propios comerciantes porque, por un lado, consiguen evitar que alguno que otro se atreva a acceder a sus negocios con el perro. Y, por el otro, acaban atrayendo a más clientela hasta sus establecimientos al ofrecerles en cierta manera, un «servicio» añadido.

Pero no solo el sector privado es el que ha acabado sucumbiendo a las nuevas necesidades sociales, sino que a nivel público, Elche cuenta con «gosparks» en la zona nueva de Altabix con más de 1.500 metros cuadrados para perros, entre los que hay hasta juegos o elementos para probar la destreza y habilidad de las mascotas. Junto a este enclave, que cada día se convierte en un punto neurálgico para las mascotas, hay otras dos zonas de esparcimiento, una de ellas en el mismo barrio y otra en Carrús, en el parque Primero de Mayo. Sin embargo, hay quienes consideran insuficientes estas opciones que solo tiene, al menos por ahora, la ciudad.

Colectivos, como la asociación Peludines, consideran que tres zonas para perros se quedan cortas para toda una ciudad y reclaman más servicios, además de que se mejoren los espacios ya existentes o que se refuerce el mantenimiento. También, usuarios del parque de Carrús reclaman una fuente para los animales, así como fumigar el entorno por la aparición de pulgas.

Proyectos

Triplicar el número de parques para perros es una de las promesas que el tripartito tiene sobre la mesa para tratar de cubrir esa demanda. El Cementerio Viejo, la avenida de las Cortes Valencianas y el Jardí de València son tres de los escenarios en los que hay proyectados este tipo de infraestructuras, que serán financiadas a través de los Presupuestos Participativos.Junto a estos enclaves, la Concejalía de Parques y Jardines también pretende habilitar otras tres zonas más para el disfrute canino en el Sector V, la zona del campo de fútbol y la pedanía de Torrellano.

Otra cosa es la playa para perros. Algo que aunque este equipo de gobierno también ha mostrado su predisposición a que Elche pueda sumarse a esta última moda, parece más lejano en el tiempo. Y es que puesta en marcha de una zona para el baño canino implicará, entre otras cosas, que haya primero un consenso vecinal y que los ilicitanos estén dispuestos a sacrificar la bandera azul del litoral donde se decida acondicionar el espacio para los animales.