Una imagen dice más que mil palabras. Y a veces literalmente. El Colegio de Abogados de Elche ha inaugurado esta tarde "Una exposición de Justicia", una muestra compuesta por 24 obras del humorista gráfico José Manuel Puebla centrada en la sátira sobre la situación actual del gremio. Desde las críticas concretas, como a las tasas judiciales interpuestas por Gallardón o la reciente polémica sobre el control de las filtraciones a la prensa que propone Catalá, hasta reivindicaciones históricas como el atasco del sistema judicial o la situación de precariedad de los abogados del turno de oficio.

Las viñetas, publicadas en diario nacionales, regionales y revistas especializadas pretenden decir aquello que, con palabras, es muy difícil expresar para que el gran público lo entienda, debido a la complejidad del sistema judicial. En esta selección, personajes como el exalcalde de Madrid y exministro de Justicia Alberto Ruiz "Tasardón", están muy presentes. "Lo seguía cuando era alcalde de Madrid, y estaba obsesionado con los parquímetros, por lo que cuando estableció las tasas judiciales, vi que era el traslado de esta idea a la Justicia", ha explicado Puebla, delante de una viñeta en la que se ve a "Tasardón" imaginando a la diosa de la Justicia convertida en un parquímetro donde echar monedas. Una medida, la del pago por el acceso a la Justicia, "que llegó en un momento de crisis, en el que la gente si quería reclamar una ayuda que le habían quitado, le salía más caro recurrirla que cobrarla".

El atasco de los proceso judiciales por la falta de medios también se plasma en estas obras, con un juez atrapado bajo montañas y montañas de folios y sumarios, que debe ser rescatado. La politización de la elección de magistrados del Consejo General del Poder Judicial, o la doble moral a la hora de querer limitar las filtraciones a la prensa mientras que el propio Gobierno filtra aquello que le interesa, también tienen cabida en las críticas ilustradas del dibujante.

Puebla ha compartido con los asistentes anécdotas recogidas a lo largo de todos sus años como humorista gráfico. Desde el poco sentido del humor de los políticos -principalmente- protagonistas de las viñetas, hasta los aprietos más comprometedores o los dibujos más surrealistas. "Recuerdo una vez en la que, para irme de comunión, dejé mucho trabajo adelantado para varios días, y poder cogerme el fin de semanas y algún día más. Cuando vuelvo de la comunión, me llaman desde el periódico, diciéndome que tenía que dibujar una viñeta en 20 minutos. Habán matado a Bin Laden; yo no lo sabía, estaba de comunión, acababa de llamar a casa y no me daba tiempo a ir al estudio. Cogí las pinturas de mi hija e hice lo primero que se ocurrió". En aquel entonces había surgido una polémica porque el FBI había utilizado rasgos de Llamazares para elaborar un retrato robot de Bin Laden, "así que, lo que hice, fue a Llamazares aliviado por su muerte". Lo mejor fue que, "los compañeros me llamaron felicitándome por el trabajo, que les había gustado mucho el cambio de técnica y demás. Eran plastidecores de mi hija", ha contado entre carcajadas.