«Es todo un alivio poder pagar a plazos. Para mí era todo un agobio tener que pagar el IBI de golpe, cuando vienen los libros del colegio. El sueldo de mi marido se iba completamente en esos gastos y yo no trabajo», confiesa Cristina Albert, una ilicitana que, por primera vez este año, ha solicitado el fraccionamiento para hacer frente a este impuesto.
En su caso, tendrá que abonar el recibo en seis meses, en cuotas de unos 69 euros, lo que le permitirá ir más desahogada en plena cuesta de septiembre. «Merece mucho la pena esta facilidad, en lugar de pagarlo todo a tocateja, y tan solo me cobran tres euros de intereses», admite. Como ella, son cada vez más los ilicitanos que piden repartir la carga en varias mensualidades. De hecho, desde el año 2010 hasta ahora, la cifra de solicitantes se ha disparado.
Tanto el número de personas que piden el fraccionamiento del IBI, como del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), se ha triplicado respecto a los que lo requirieron hace seis años. En concreto, si en el ejercicio 2010 eran 6.700 contribuyentes los que pidieron pagar la factura a plazos, en 2016 hubo más de 20.800 recibos fraccionados, según los datos que maneja la Concejalía de Hacienda. Una avalancha que ha ido aumentando progresivamente, coincidiendo con los peores años de la crisis y sus efectos en la economía doméstica y en la de las empresas.
No obstante, en los últimos ejercicios, esa tendencia al alza para dividir el impuesto ha ido frenándose y el crecimiento ha sido más lento. Como ejemplo, en el año 2014 hubo 20.202 recibos fraccionados y en 2015 se contabilizaron 20.690.
«Además de que el número de solicitantes ha ido en aumento a raíz de la crisis, el incremento también se debe a que hay menos desconocimiento sobre esta posibilidad para hacer frente a los impuestos», señala la concejal de Hacienda, Ana Arabid.
¿Cómo?
Para acceder a estas facilidades, los contribuyentes tienen que dirigirse a las oficinas de Suma, Gestión Tributaria o requerirlo vía telefónica o a través de internet antes de que los gravámenes se pongan al cobro o incluso dentro del plazo de pago (desde julio hasta octubre), tal y como explicaron desde el Ayuntamiento.
Uno de los requisitos, según recoge la página web de Suma, es que las fracciones tendrán necesariamente periodicidad mensual y no podrán tener un importe inferior a 20 euros. «El fraccionamiento de los recibos lo puede pedir todo el mundo, pero en función de la situación familiar de cada uno se les da unas condiciones de pago u otras», señala Ana Arabid.
Congelado
El Impuesto de Bienes e Inmuebles no subirá ni bajará para la campaña de este año. El tripartito consiguió congelar el principal gravamen local, con el apoyo de Ciudadanos. Frente a la oposición del Partido Popular e Ilicitanos por Elche, que reclamaban bajarlo un 7% con el fin de volver a los niveles de 2012, el Consistorio decidió mantenerlo.
Los argumentos que en su día defendió el Ejecutivo local fue que una reducción del IBI supondría una merma en otros servicios públicos. No obstante, como contrapartida, duplicó las ayudas, que se harán efectivas este ejercicio, para hacer frente a esta carga fiscal.
Precisamente, por este tipo impositivo, las arcas municipales ingresaron en 2016 un total de 56,5 millones de euros, cuando la previsión inicial era de 56 millones. También ocurrió algo similar con el Impuesto de Actividades Económicas, que permitió al Ayuntamiento de Elche captar 6,6 millones, en lugar de 5,3 como estimaba inicialmente.
