Ecologistas de SEO/BirdLife aseguran que El Hondo es una de las áreas más importantes para aves que existen en España y que, no obstante, está amenazada por las aguas residuales, en concreto por la contaminación del río Segura que, en parte, nutre a este humedal. Tanto desde la junta rectora de este parque natural como desde la comunidad general de Riegos de Levante, entidad que en su día conformó los dos embalses existentes como reserva de agua para el regadío de 30.000 hectáreas de cultivos y que ha terminado por convertido en un ecosistema lleno de especies de aves, algunas de ellas en peligro, no lo niegan, pero también señalan que hay matices.

Por su parte, desde la Conselleria de Medio Ambiente prefieren destacar que precisamente este año, y debido en parte a las lluvias de invierno, la calidad del agua está siendo buena, con bajo grado de salinidad y buenos niveles de agua dulce, lo cual justifican con un informe en el que se señala que en el año en curso la presencia de aves está siendo altamente positiva.

El presidente de la junta rectora de El Hondo, Vicent Sansano, no obstante, es claro con respecto a la calidad: «Es cierto, pero es lo que hay. Hay episodios y temporadas mejores y otras peores».

Francisco Rubio, técnico de Riegos de Levante, también reconoce que lo que indican los ecologistas es correcto: «Esa situación es mala, la asumimos y hacemos lo imposible para revertirlo».

Pero, a renglón seguido, recuerda que Riegos de Levante es un usuario más de los recursos hídricos. «La responsabilidad de que esas aguas no estén bien es del Gobierno central. El agua es de todos y la administra la Administración central, que gestiona tanto los derechos como la calidad», aclara al respecto.

Prácticamente todas las partes coinciden en que el problema está en las aportaciones que llegan del río Segura. Hace unos días, precisamente, se descubrió un nuevo vertido de aguas negras en este río, entre Orihuela y Beniel, que, según indican responsables de El Hondo, no se bombeó. «Cuando hay un episodio de ese tipo lo tenemos en cuenta», advierte Sansano.

«Las aguas del Segura son las que son, pero cada vez se van mejorando más y hay más vigilancia también», indica Sansano, quien añade: «Mala calidad de agua no tenemos. En esta zona del sur tenemos poquita y mala, pero creo que la gestionamos bien».

Francisco Martínez, director del parque natural de El Hondo, indica que la mayor parte de la lámina de agua se debe al Segura, en concreto de una toma que se hace en Guardamar y se impulsa, sobre todo hacia el embalse de Poniente. El Hondo recibe también agua de las escorrentías subterráneas y superficiales, del manantial de San Isidro que nutre la comunidad de Regantes de San Felipe Neri y de sobrantes de riego, entre otros muchos recursos.

«Tenemos agentes medioambientales que toman muestras periódicas y no nos consta que las aguas estén excesivamente mal», apunta Martínez, quien asegura que hay miles de aves en El Hondo y no cree que de momento sea un problema para las aves a raíz del seguimiento exhaustivo que se está realizando.

Cerceta pardilla, malvasía cabeciblanca -ambas en riesgo de extinción-, focha cornuda o el bigotudo son algunas de las especies propias de este humedal y que, según los ecologistas, es para estar intranquilos.

Manuel Giménez, delegado en la Comunidad Valenciana de SEO/BirdLife, recuerda que el agua del Segura recibe vertidos ilegales y sin depurar, y que la que se impulsa a El Hondo «es de calidad mala, a embalses de mucha superficie y poca profundidad», lo que contribuye a que éstos se vayan salinizando y, además, se propicie, con la llegada del calor, riesgo de episodios de botulismo, que desembocan en la mortandad de aves y peces, tal y como ha ocurrido en años anteriores.

Desde Riegos de Levante se recuerda que parte del problema está en el Guadalentín, afluente del Segura, donde a su paso por Lorca, Totana y Puerto Lumbreras las empresas de curtición allí asentadas hacen acopio de su agua primero y luego vierten al cauce, en ocasiones, elementos no adecuados. Y, a partir de ahí, hasta llegar a El Hondo, el circuito hidrológico es muy largo y no siempre controlado.