El estilo del artista urbano ilicitano J. Demsky, repleto de juegos tridimensionales, cargado de referencias al mundo del videojuego y de la ciencia-ficción más retro y de colores eléctricos, ya de por sí parece de otro planeta. Como a un extraterrestre también le miraban los habitantes de una pequeña pedanía del municipio de Nanxian (China). Tanto a él como a los otros diez invitados extranjeros al festival Another Side de Cultura Urbana y de Gastronomía, y que se ubicaba en esta pequeña aldea fuera de los recorridos turísticos en la república asiática. «Cada vez que dejaba de pintar y me daba una vuelta, la gente venía a hacerse fotos conmigo. Era como si no hubieran visto nunca a un occidental», incide.

La experiencia de Demsky allí, que se produjo hace solo unas semanas, fue muy gratificante y asegura que la gente era muy amable. Los organizadores de este evento le invitaron para plasmar su obra sobre el edificio que él eligiera de este emplazamiento rural y optó por la pared de una casa de más de 15 metros. «Me sorprendió que en un lugar tan recóndito, donde viven agricultores, estuvieran tan abiertos a la cultura del arte urbano», precisa este ilicitano, que actualmente vive en la ciudad mexicana de Guadalajara. Sobre este mural desarrolló una creación con un estilo muy ligado al que está imprimiendo en sus últimos trabajos, que expone por gran parte del globo: Nueva York, Osaka, Hamburgo, Beirut... De hecho, actualmente ultima una colección que inaugura en Denver (Estados Unidos) el 13 de mayo. «Lo único que más me costó fue la comida. Probamos hasta tortuga. Pero dejar tu impronta en un lugar así siempre merece la pena», manifiesta Demsky.