Tras trascender que una zona de juegos infantiles del parque Primero de Mayo ha tenido que ser precintada porque no es segura ni está homologada, pero no de ahora, sino desde que se instaló e inauguró este espacio público en el año 2010, la sensibilidad de algunos padres con respecto a si este tipo de instalaciones en Elche son las adecuadas para sus hijos y permiten estar tranquilos ha aumentado. Pero también en el equipo de gobierno. De hecho, remarcan que están muy atentos a esta cuestión porque, sobre todo, no quieren ni un problema de seguridad en este tema. En este sentido, el concejal de Parques y Jardines, Antonio García, señalaba ayer que llevan seis meses revisando los juegos infantiles en espacios públicos de la ciudad y de las pedanías para comprobar que todo está en regla, un número que no supo precisar, pero aseguró que son numerosísimos dada la extensión del municipio.

De hecho, el concejal explica que un problema parecido en el parque Primero de Mayo se ha dado previamente en un recinto de juegos junto al Centro de Congresos, que también tuvo que ser vallado y ya ha sido resuelto, así como en otro enclave similar en la partida de La Marina.

Desde el Ayuntamiento se insiste en que los juegos infantiles se están revisando y que, en cuanto se detecta algún problema, se actúa en consecuencia, tal y como marca el protocolo.

En el caso del parque Primero de Mayo la instalación es de unas dimensiones tan considerables que su vallado ha generado mucha expectación y dudas.

El tema de debate ayer en este enclave precisamente era éste, tanto en la cafetería localizada a unos pocos metros, como en los negocios de los alrededores o en los bancos del parque. «La gente hace caso omiso. En estos días que ha hecho calor, los niños estaban en los juegos. Se cae la valla, y todos adentro», coincidían en señalar entre clientes y trabajadores del bar, al tiempo que remarcaban que es por la tarde cuando el parque se llena de más madres y padres e hijos.

En esta cafetería se indicaba que, aunque no se hayan dado a conocer los motivos concretos por los que estos juegos son inseguros, tal y como ha reconocido el propio Ayuntamiento, todo apunta a que presenta varios problemas. Por un lado, además de estar totalmente deslucidos por el sol, al parecer un tramo del tobogán estaría rajado.

Paralelamente, este tobogán, en cuanto se suben a lo alto varios niños, oscila tanto que se teme por su estabilidad. Asimismo, se apunta que un techado metálico que hay está hundido y que los niños pueden acabar con heridas en la cabeza.

El equipo de gobierno tiene previsto destinar este año cerca de 300.000 euros a colocar nuevos juegos infantiles, biosaludables, caninos y también renovar otros.