Da igual la hora que sea. En los últimos días algunas familias hacen caso omiso del vallado en torno a los juegos del parque Primero de Mayo y permiten que los pequeños continúen jugando. Ayer por la mañana un grupo de menores se saltó el vallado y estuvo un buen rato divirtiéndose, ajenos a cualquier preocupación. Al poco, otra señora con una niña pequeña desplazaba una de las vallas para entrar incluso con el carrito. Un operario de Parques y Jardines tuvo que invitar a la mujer a que abandonara el lugar. Por la tarde, todo el vallado estaba en el suelo y los niños campaban a sus anchas.