Este veterano de la Semana Santa ilicitana -lleva 59 años participando, anteriormente con la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno- se siente orgulloso de su primera experiencia como presidente de la Junta Mayor. Los datos, de momento, juegan a su favor. Y tiene en mente conseguir el reconocimiento turístico de la Semana Santa en su totalidad para aumentar la promoción y convertirla en una referencia en toda la provincia.

¿Qué nos cuenta de su debut?

Estamos muy contentos con la asistencia de gente. Se ha disparado casi un 30% este año con respecto al pasado. Creo que el buen tiempo ha sido un factor determinante, pero no el único. Y es que actos previos como la convivencia, el certamen de bandas o el pregón también se llenaron. El hecho es que en Elche disponemos de una Semana Santa de lo mejorcito de la provincia. La gente de fuera que viene a disfrutarla un año normalmente regresa al otro. Disponemos de treinta cofradías con muchas ganas de hacerlo bien y un Ayuntamiento que nos apoya. Dos claves para construir una Semana Santa grande.

Reseña el concejal de Fiestas que han iniciado el expediente para conseguir que el Domingo de Aleluyas sea considerado Fiesta de Interés Turístico a nivel autonómico.

Es solo un primer paso de varias fases. El objetivo es pedir ahora este reconocimiento y, cuando lo consigamos, solicitar lo mismo para toda la Semana Santa ilicitana. Después, cuando pasen los años oportunos, la idea es que la distinción nos la concedan, pero a nivel nacional.

Además de crecer en público, parece que va a aumentar el número de hermandades.

Estamos en trámites de aprobar la Pro-Hermandad de Jesús Salvador de los Hombres en su Coronación de Espinas y Nuestra Señora de la Visitación, impulsada por antiguos alumnos de Jesuitinas. El Obispado ya les ha dado el visto bueno. Yo creo que más que estar lista para el año que viene, podrá comenzar dentro de dos. Sobre todo porque elaborar las imágenes y el trono lleva muchísimo trabajo.

Desde que inició su mandato incidió en frenar los cortes que se producen en la Plaça de Baix. ¿Cómo ha ido este año?

Aunque poco, todavía sigue ocurriendo y es algo que exige que las cofradías cedan y lo analicen bien. Existe un buen diálogo, pero precisamos de más colaboración. Es obvio que las cofradías tienen una serie de derechos adquiridos durante mucho tiempo. Pero tenemos que intentar acortar entre todos esos parones de cara al público y en lugares tan céntricos. Nosotros hemos hecho un estudio para que todo salga mucho mejor el año que viene. Solo pedimos colaboración.

La Policía tuvo que intervenir Viernes Santo por una sentada animalista por la utilización de tordos en la Oración en el Huerto. ¿Se plantean prohibirlos?

Me consta que existe una denuncia por parte de los manifestantes animalistas, así que haremos lo que nos indique el juez. Es cierto que en algunas tradiciones se hace un mal uso de los animales, pero en este caso los tordos no padecen en este trono. Llevan su braguero y se les ve tranquilitos, lo que indica que no sufren en ningún momento. Yo espero que la decisión sea que se puedan seguir utilizando. La acción de los animalistas me pareció desmedida. No pueden imponer el punto de vista de 20 personas y frenar un paso del que están pendiente más de 20.000, sin ni siquiera tener una sentencia judicial.

¿Qué opina del debate en redes sociales que se ha generado en torno a la «Trencà del Guió»?

Pienso que hay mucha confusión en torno a lo que ocurrió. La trencaora consiguió romper la bandera Viernes Santo. Tradicionalmente se rompe por un sitio, pero este año se ve que, al cogerla de manera diferente, se quebró por otro. El buen año, por tanto, está garantizado. Sin embargo, no creo que tenga tanta importancia. Lo crucial es el acto en sí y toda la organización que lleva consigo.