A veces, los trabajos altruistas quedan en la sombra y no reciben el reconocimiento que merecen. La mayor parte de ellos los llevan a cabo organizaciones que tienen que sobrevivir con pocos recursos pero con mucha conciencia social, ya que su labor resulta imprescindible. Entre este tortuoso y minado escenario asoma con fe la Asociación de Protección y Ayuda a Exalcohólicos de Elche (APAEX), con más de 40 años a sus espaldas ayudando a personas adictas tanto para su completa rehabilitación como para su posterior reinserción social.

APAEX, que en la actualidad cuenta con casi un centenar de socios, nació como un colectivo que, a través de terapias y actividades, colaboraba en la rehabilitación de alcohólicos. Fueron cuatro personas que habían sido adictas a la bebida las que fundaron una organización que este mes de julio celebrará su 43 aniversario. Hoy, siguen haciendo terapia mediante actividades sociales, de ocio y deportivas. Sin embargo, en la actualidad no solo atienden a alcohólicos. En los últimos años, sus brazos protectores también alcanzan a personas que presentan otro tipos de adicciones, como a las drogas o al juego; en muchas ocasiones, con más de una adicción a cuestas. «Han cambiado los hábitos de consumo y ahora no hay casi nadie que venga sólo con problemas de alcohol», apunta Manuel Agulló, presidente de APAEX.

Cuando un adicto se pone en contacto con la asociación, primero es atendido por la psicóloga de APEX y, posteriormente y si es necesario, pasa a la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) de El Toscar. Una vez deshabituado al consumo, el usuario empieza a participar en las actividades y talleres que organiza la asociación, y muchas veces no lo hacen solos. «En ocasiones, vienen con personas de su entorno y familiares. Vivir con un adicto desgasta mucho y eso también necesita una recuperación», afirma Agulló.

APAEX sobrevive gracias al casi centenar de socios que conforman la asociación, a sus voluntarios y a las ayudas de otras organizaciones y organismos públicos. Así, el presidente de este colectivo altruista señala que sin la ayuda del Ayuntamiento de Elche sería muy difícil llevar a cabo su labor. «Nos han proporcionado un local y, además, nos dan una subvención anual», ensalza.

Pero no solo gracias a los organismos públicos funciona APAEX. También lo hace gracias a los voluntarios que trabajan en la asociación y a otras entidades colaboradoras como, por ejemplo, los Salesianos, que hoy cederán sus instalaciones a APAEX para una jornada de convivencia. «Desde las 11.30 estaremos en lel colegio. Jugaremos un partido de fútbol, habrá petanca, juegos de mesa y comeremos juntos», enumera orgulloso Agulló. Una labor impagable para los 88 usuarios que participaron de su amplio programa de reinserción el pasado año, 25 más que en el 2015.