La Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l'Alacantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baixa y el Ministerio de Medio Ambiente están trabajando para tratar de llegar a un acuerdo a fin de que el agua del trasvase Júcar-Vinalopó no se renueve año a año, como viene ocurriendo hasta ahora, sino que quede regulado de forma plurianual.

Ángel Urbina, presidente de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) San Enrique y portavoz de la Junta Central, recuerda que en ejercicios anteriores ha sido necesario llevar a cabo acuerdos puntuales cada año para que se autorizaran los distintos desembalses.

En 2012 fue el primer año en que hubo trasvase al detectarse que había fugas en el embalse de San Diego (Villena), por lo que el Ministerio aprobó una aportación extraordinaria de cinco hectómetros cúbicos a repartir entre los regantes. «Fue la primera vez que hubo un desembalse del Júcar. Luego, con acuerdos puntuales con el Ministerio y Acuamed

-la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas- se han venido realizando en 2014, 2015, 2016 y este de ahora», indica Ángel Urbina.

Precisamente, sobre las diez de la mañana del jueves comenzaba a llegar a Elche, en concreto al embalse de San Enrique, parte de los 15 hectómetros cúbicos que hace escasos días autorizaba el Ministerio de Medio Ambiente para poder atender las necesidades hídricas de las cuencas receptoras, lo que, entre otras cuestiones, garantiza el riego para todo este año a buena parte de las comarcas del Vinalopó. En Elche, 600 comuneros se verán beneficiados con estos recursos.

El actual es el cuarto desembalse regular (el quinto si se cuenta el especial de 2012) y el más cuantioso. El pasado año, por ejemplo, se autorizaron siete hectómetros, y en 2015, cinco.

El agua llegaba después de recorrer 96 kilómetros desde la zona del Azud de la Marquesa, en Valencia, en la parte baja de la presa de Tous, hasta el embalse de San Diego, y, desde ahí, recorre, concretamente desde el embalse de La Cuesta (también localizado en Villena), otros 76 kilómetros hasta llegar al ilicitano embalse de San Enrique.

Desde La Cuesta los trabajadores de la junta central de usuarios llevan el agua por toda la margen derecha hasta el embalse de El Toscar (Monóvar), El Rollo (Hondón de las Nieves, pero es agua que utiliza también la SAT de Aspe) y después, por una tubería particular de Aspe, llega al entorno del embalse del Federal, y de ahí a San Enrique. En este punto, a través de una tubería por debajo, llegan también los recursos hídricos al embalse de José Ramón García Antón.

«Desde la Junta Central de Usuarios esperamos que este trasvase sea el último provisional que se haga año a año. Queremos que en 2018 tengamos ya conseguido trasvases del agua regularmente, o al menos cada cinco años», apunta Urbina.