Dos peleas entre hermanos, pero de familias diferentes, han acabado en Elche con cuatro detenidos y con órdenes de alejamiento impuestas por un juez. En cuestión de cuatro días, en el juzgado de guardia de la ciudad han ingresado dos casos de violencia doméstica y en ambos los implicados eran hermanos.

Una discusión porque la comida se había salido de la olla fue, al parecer, el detonante de uno de los enfrentamientos registrados hace unos días en la ciudad, según fuentes judiciales. En esta vivienda, dos hermanos que vivían con su padre, de unos 90 años de edad, se enzarzaron en una disputa que fue a más y que acabó con uno de los implicados amenazando a otro con un cuchillo.

«O te mato yo o me matas tú, pero esto acaba aquí hoy», fue uno de los avisos que se lanzaron en medio de esa contienda doméstica, según fuentes judiciales.

Ante el tremendo lío que se montó en la casa, la Policía acabó deteniendo a los dos hermanos, que pasaron a disposición del juzgado de guardia. En este caso, el Ministerio Fiscal pidió doce meses de cárcel, dos años de privación de armas y dos años de prohibición de aproximación y comunicación, pero ninguno de ellos se conformó por lo que e los próximos días tendrán que asistir a juicio.

Días después, otro caso similar ha vuelto a saltar en Elche. Otros dos hermanos que vivían con su madre se adentraron en una pelea, al parecer, por una historia relacionada con unos perros. En esta ocasión, uno de los involucrados golpeó a otro con un candelabro y éste le respondió.

Tras ser detenidos, los dos familiares acabaron aceptando la condena impuesta por el juez. La riña les ha traído como consecuencia la obligación de realizar trabajos en beneficio de la comunidad, privación de armas y una orden de aproximación y comunicación de ocho meses, por la que ahora tendrán que vivir separados por una temporada.