Un grupo de científicos del Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto con el King's College de Londres (Reino Unido), ha identificado el papel fundamental que un tipo de interneuronas de la corteza cerebral juega en el procesamiento de la información espacial. Este trabajo, que amplía los conocimientos sobre patologías asociadas a trastornos del neurodesarrollo, aparece publicado en la revista «Nature Neuroscience».

Según los investigadores, las funciones de la corteza cerebral se basan en la interacción entre dos grupos principales de neuronas: las células piramidales y las interneuronas. Las interneuronas son neuronas inhibidoras que afectan a la actividad de las redes corticales de múltiples maneras. Conocer la función de las clases específicas de interneuronas corticales es uno de los principales desafíos de la neurociencia contemporánea.

La investigadora del Instituto de Neurociencias Isabel del Pino expone que el trabajo de los investigadores de este centro, ubicado en el campus de Sant Joan, ha permitido revelar la función de un determinado grupo de interneuronas, utilizando como modelo experimental el ratón.

En concreto, han observado que, bajo unas determinadas circunstancias, las células tienen dificultad para formar sinapsis, es decir, los puentes de comunicación entre células, lo que provoca una conexión deficiente entre neuronas. «Esto altera la función de las llamadas células de lugar, que son un tipo de neuronas que se activan cuando un animal está en un punto concreto de su entorno y codifican la información espacial», indica Del Pino.

Por su parte, el investigador Jorge Brotons Mas señala que, trabajando precisamente con ratones, han descubierto que la ausencia de un determinado receptor en estas interneuronas altera la capacidad espacial de las células de lugar, «el GPS interno del cerebro, y empeora la ejecución de tareas espaciales».

Asimismo, la investigadora Beatriz Rico remarca por su parte que el objetivo era descubrir cómo las interneuronas dirigen la función de las redes corticales y de esta manera influyen en el aprendizaje y en el establecimiento de los mapas de información espacial. «Nuestro trabajo demuestra cómo la conectividad de una subpoblación de interneuronas es esencial para el mantenimiento de los campos receptivos espaciales. Cuando el establecimiento de estas conexiones falla, la información espacial cambia de precisa a difusa y de estable a inestable», añade.

Este estudio ha sido desarrollado también por investigadores del Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale de Francia.